la gambeta de tus ojos

tus ojos rondan los míos,
juegan a no mirarme de pleno,
a esquivar,
tienen cintura,
saben gambetear,
eluden,
pero en algún momento se cruzan
y en ese instante eterno
de nuestras miradas
es cuando
veo tu corazón sin ropas,
desnudo,
abierto y latiendo
a la ternura de mis besos
que buscan posarse
suavemente
para no provocar
arritmias de susto
de temores

que sea paulatino el movimiento,
que sea lo intenso en el tiempo
el marcador de los pulsos
que impulsen
los sueños de los soñadores
y que por último
si deviene
en un golpe fatal
donde el mundo se detiene
que sea en mis brazos
o en tu regazo
da igual.

¡En ideas y pasión, hay que ser como las mulas que ni en la oscuridad pierden el camino!

Su cuerpo redondeado, nada perfecto, blanco como la nieve, como la luna llena, como una espuma de mar que al llegar descansa en la orilla, está allí esperando la caricia que despoje sus ropas, falso cascarón que aparenta el imposible descubrir su desnudo cuerpo, con lentitud de pintor, con paciencia de sembrador encuentro el corazón expuesto y me dispongo al placer, a disfrutar, a hincar mis dientes en su alma y saciar el hambre dándole sentido a su existencia.
[un huevo duro aguardaba en la heladera como única cena del caminante]

flor o jardin

Apropiarse del discurso es como obsequiar flores,
aplicarlo es dar vuelta la tierra y sembrar,
para ver florecer nuevos jardines.

escribir inspirado en lo inasequible

[Subyugado por una pintora

                       que será condesa

de las comarcas de mi corazón

luego de abrir todas las puertas

de mi espíritu,  
en un siglo que aún no empezó

y que por nombre llevará Vanesa]

dicha e intensidad

"La dicha y la intensidad en la comprensión del otro cuando transita por descontrolados carriles conduce a ciertas formas de tiranía también contra uno mismo"

importancia

Todo lo perdido empieza a adquirir importancia.

Tablas

Subo a las alas del viento
y vuelo

no importa la hora
ahora

no importa el tiempo
intento

dejar que las nubes sucias
acaben con las argucias
de una noche sin luna
con estrellas encubiertas

y una pasión que despierta
batallando cual peón
del tablero de la vida
jugándome la partida
con tablas y corazón.

me preguntaba I

me preguntaba
qué es la frescura

delirando en la montura
de los vividos hechos
y también de lo deshecho

será acaso

que todo vaya tomando forma
por la fuerza natural que lo transforma
y no se sume simplemente
por el serio ejercicio de la mente

me preguntaba
qué es la frescura

y bebí de la fuente
de tu presencia
más que por hermosura
por intensa

y profunda
caída
en los arroyos
de tu ternura.
***

La dicotomía del ser.

Obnubilado, confuso, pensaba y exclamaba
con arrogante versión de falsa erudicción.

Subyugado
por la inasequible presencia
de la circunspecta niña
abrí las puertas de mi espíritu
a las más abyectas ilusiones.

Aspiró la tierra húmeda de su barrio
borró las elucubraciones tormentosas
y dijo:

Me encantás piba.

Desorientarnos

Es necesario que nuestros sentidos se desorienten, 
de vez en cuando,
para de esa manera surcar inexplorados caminos 
sin temor a lo desconocido 
y emerger de laberintos
de ensoñaciones de recuerdos 
que nos limitan.

El peso de las palabras

Las palabras andan sueltas
anudan la soga
colocan su víctima
en el exacto lugar

viene el silencio
puñal
a liberar
y corta el lazo

pero el cuerpo
cae
inevitable
por el propio peso
de las ya vertidas

y en el suelo
exclama
su última
estúpida y agónica
palabra de despedida.

Sobriamente justo

¿Paz,
felicidad,
ahora pueden descansar?

un abrazo entre cercanos
otro entre lejanos
un llanto contenido durante cuarenta años
una puteada al rostro en la pantalla

de ese cruel humano canalla
una sonrisa que abre el pecho en dos
y parte el alma 

y saber
que ya el sol no podrán ver
un vino tinto en su memoria
un acto justo en la historia

¿paz
felicidad
ahora pueden descansar?

es como demasiado
decía R.D. el poeta salvadoreño
"los muertos están cada día más indóciles"
sus luchares resuenan y sentimos
que no hay justicia verdadera
bailando entre injusticia y pobres
y sueltos monstruos asesinos
de bala en arma
o bala en capital
que dibujan en las sombras los destinos
y nos hacen deambular
desnudos de dignidad
en desoladas praderas
donde la vida vale menos
que el orin de los perros.

Croar

Croar

     "Poemas tirados en medio de la calle,
      poemas que uno recoge como quien junta
      puchos en la vereda" O.G.

De chicos luego de las lluvias
en cortos y remeras buceábamos
lagunas y arroyitos de aguas sucias
entre pastos y barros cantábamos
la canción del silencio oportuno
buscando tesoro hundido
en el firmamento de los de abajo
el que brindan los espumones
convirtiéndonos en furtivos
cazadores del momento
ágiles manos de cucharones
hundíamos sin temor ni tormento
apresando fisicoculturistas ranas
machos o hembras
lo mismo daba
pero había que hacer la prueba
de acariciarle el pecho
y sufrir la violenta defensa ahora
de sus patas constrictoras.

Hoy sin espumones
ni ranas
ni sucias lagunas,
sobre la calle y bajo la lluvia
cuando ya solo quedan
esos despreciados
que duermen en los reparos
de propagandas de mercado
que margina con elogios
de crecimiento bruto e interno,
salgo en busca del croar
en arroyos imaginarios
que surcan los solitarios
caminos del andariego
bajo el llanto del cielo
con un paragüas de anhelos
de hallar esa palabra
croando en los rincones
que alimente este hambre
de un poema
inconcluso.

Cómo...

como el ave que embeleza,
como un pollito en el regazo,
como el rayo que parte al medio,
como un llanto desatado,
como el sol desaforado,
un pimpollo abierto en flor
y una lanza que atraviesa
mi aguerrido corazón.

Cerro

Contigo sueño

cerro que voy explorando

mientras estás allí, dueño

de tu tiempo y de tus sueños,

anhelando

el costado de esa ladera

por donde desciende

flora y fauna

rebelde y venidera

casi exótica

y erótica

caricia de ese mundo

que exhibe tu profundo

misterio de sonreir

al escalar con el rumbo

del corazón

por latir.

Respirarte.

Viento fui del sudeste

doblegando el cuerpo 

y las hojas

de tu tiempo

fuiste pronto a resguardarte

sol del mediodía

que cubrió tu semblante

como un rayo fulgurante

sobre la faz de tus días

a la sombra escapaste

gotas, lluvia, aguacero

penetrando por tus poros

en las noches de lucero

entre nubes y morros

con temor refugiaste

brasita fuego incendio

zarza ardiendo

por doquier

insomnio de hoy y ayer

en el río adentraste

entonces

en lugar de viento
brisa
de rayo de sol

suave fulgor

de lluvia

humedad
de fuego

calor

hasta el instante

que sientas sin prisa

el constante

calmo oleaje de caricias

que apacigüen esos miedos

y en la plenitud

del misterio

respirarte

entre miradas

que suelten las amarras

de tu barco ya sin anclas.

[desde el bohío]

Abrazo

 
Puedo copiar un poema de almafuerte,
vallejo, hernández o benedetti,
y hasta garabatear alguno con mi pluma,
pero elijo
desde la inquieta espuma
del mar de mi corazón
darte
mi abrazo,
de oso,
silencioso.

En la noche, tus ojos.

Cuando avanzas
anhelada compañera,
cautelosa,
                 silenciosa,
como quién camina en puntitas de pie,
formando va tu figura y se te ve
clara y nítidamente obscura,
pero de una obscuridad brillante
que hace del carbón diamante
y del día una espesura
al lado de tu ternura
que todo transforma en aire.

Nos encontraremos,
y será, sabemos
en el mágico momento,
faltos ambos de reloj
sin cita, ni obligación,
pues la nube libre,
                            baja al cerro
cuando se oye el cencerro
que mueve el viento veloz.

No soy tuyo, 
ni eres mía,
tú vienes
y vas,
invariable pasantía
en el océano de la vida,
y mientras navego
en el vientre de tu cuerpo,
Oh! Hermosa Noche,
busco los ojos pristinos
de la mujer
                 con que sueño.
                     
                    ***

A dentelladas

Con o sin dolor
buscamos los infinitos
encuentros, renacimientos
a través del movimiento
de sublimes  y exquisitos
mordisquitos del amor.

No diré que te he conocido.

No me interesa haberte conocido
no, no me interesa,
lo que quiero es conocerte,
sí, siempre,
descubrirte,
ser el cartógrafo de tu geografía
el escalador de tus cerros
el baqueano de tus montes

el desmalezador de tus caminos
el nadador de tus ríos
el sembrador en tus surcos
el jardinero de tus flores
el recolector de tus frutos
y que me descubras
si, siempre,
porque como dijo el poeta
"decir: Yo he conocido, es decir: Algo ha muerto".

***

La risa en los ojos de los hijos.

En las heladerías serias
hay que ser serios.
Calles de misterios
de sombras grises

de tristes hombres
o mujeres tristes.
Hay que ser serios
y enseriarnos hasta perdernos
en la timidez de nuestros pasos
cansinos, torpes, rengos.
Todo eso nos enseñan
cuando desde pequeños
entramos a las heladerias serias
o los restaurantes de colores anque grises.
Pero cuando en la noche sale la luna
y brillan las estrellas en los ojos de los hijos
la risa brota con las caricias de las palabras
y los besos de las miradas
y entonces, para otros,
somos tontos, estúpidos,
desubicados, payasos, infantiles,
mientras nosotros trozamos
pequeños eternos instantes
de felicidad.
***

Cuestión de clase.

Cuestión de clase.
Invevitable que el viento desnude los troncos cuerpos
y vista el suelo con las hojas secas del otoño,
irrenunciable primavera que brotas por doquier;
incuestionable cuestión de clase
es que en mi barrio seguimos silbando
la canción del viento
que trae melodías que nos recuerdan
que algunas personas nunca cambian,
porque es
una cuestión de clase.
***