domingo, 31 de diciembre de 2006

Albañiles de la vida 2007

Albañiles de la vida 2007



¡Cuánta demolición toda junta!

Vienen demoliendo ciudades...
pero no importa...
las empresas de los demoledores las construirán
nuevamente abultando de ganancias sus arcas.
Vienen demoliendo naturaleza...
pero no importa...,
volverá a nacer porque así es madre natura, y sino
adornarán con imitación moderna y plástica.

Vienen demoliendo vida animal...
pero no importa...,
los laboratorios y las clonaciones se encargarán
de recrear velozmente la extinción
que por efecto colateral se dio.

Vienen demoliendo vidas humanas...
pero no importa...,
son palestinos, libaneses, judíos,
negros, sucios, pobres,
chicos, jóvenes, viejos;
musulmanes o cristianos,
afganos, iraquíes o iraníes,
asiáticos, africanos, o latinoamericanos,
pero no importa...,
no son los hijos de los dueños de la demolición.

Vienen demoliendo...pero no tienen en cuenta ...
que en la vida
No hay espectadores.

Vienen demoliendo...pero se olvidan,
que aún rebeldes danzan,
las ideas,
la pasión,
y la lucha.

Se olvidan que nosotros
en ellas tres,
aún tenemos,
confianza
y esperanza.

***

lunes, 11 de diciembre de 2006

De la pena que sentimos que se mueran...de viejitos, sin haber pagado sus delitos.

La noticia vuela en un mundo informatizado hasta los confines del desierto de Atacama o cualquier otro rincón del mundo donde la televisión, la radio o la computadora lleguen, y nos enteramos de todo o casi todo, también de la muerte de otro dictador más en este mundo injusto.

Y es injusto por sobradas razones, salvo algunas honrosas excepciones, y sobran los dedos de una mano para contar aquellos países donde se intenta día a día, con hechos reales y no con retóricas - populistas, bonapartistas, bonachonistas, o sociolistas – elevar al ser humano a su categoría de tal.

Pero las sociedades en las que vivimos también sufren este otro tipo de injusticias, la de intentar y no lograr, a través de los medios de la tinta y el papel que constituyen leyes, que los culpables de los crímenes reciban su merecido castigo de terminar pudriéndose tras las rejas y no en el sillón de su caserón construido, seguramente, con el dinero de las víctimas de sus actos de barbarie.

Aún hoy los miles y miles de desaparecidos, asesinados, y víctimas físicas y psicológicas de los años del Plan Cóndor (pobre hermosa ave que le usaron su nombre para tan bajo vuelo humano), esperan y esperan, sufren y sufren y se retuercen en sus lugares clamando esa justicia que no llega a todos..

Y como es tan lenta y tan benéfica para con los septuagenarios, y otros no tanto, se le adelanta la ley natural de la evolución de la vida para acabar con el cuerpo que porta el culpable que no sintió el peso de la justicia, sino el de los años.

Y pareciera que se burlan muriéndose naturalmente y sin pagar por sus aberrantes hechos genocidas, llegando al fin de su existencia y eludiendo con artimañas de poder el brazo de la justicia.

Brazo, justicia, poder, culpable, asesinos, viejitos, palabras que se unen para abrazarse y enlazarse en una historia que me contara hace tiempo J.M., mi viejo amigo-mentor, sobre un hecho real en la Nicaragua nuevita Sandinista, al poco tiempo de derrotar a la dictadura de Somoza.



“En un pueblo tranquilo y apacible del interior de Nicaragua, donde todos se conocen y se saludan por las mañanas y por las tardes, vino a suceder un hecho que cambió para siempre el andar pausado de su población. El joven visitante que había llegado al pueblo, sonreía cálidamente a cada uno con los que se cruzaba en el camino por sus calles pacíficas y amigables, consultando amablemente por su abuelo.

Los pobladores, ante la búsqueda de un nieto por reencontrarse con sus orígenes, indicaron el lugar donde estaba la casona en la que el anciano hombre vivía.

Al llegar a la vereda frente a la hermosa casa, el joven se detuvo para saludar al viejo que hasta hace una pregunta atrás era su abuelo.

El viejito, que como la mayoría –salvo estas horrorosas excepciones- transmiten esa ternura de la que se visten con la edad, dejó de hamacarse en su butaca de mimbre, frenando con sus piernas aún rígidas y trabando sus rodillas, para mirar mejor a ese joven que se había detenido en el umbral para saludarlo.

No importaba quien era, nobleza obliga y su mano se levanto para responder al saludo. Junto al mecánico acto de elevar las cejas, abrir bien los ojos y estirar las comisuras de los labios que terminan dibujando mas arrugas en su rostro, dejando ver en un reducido espacio horizontal la dentadura postiza en un gesto que denota alegría.

El joven lo miró fijamente haciendo el gesto opuesto al entrecerrar los ojos, fruncir las cejas bajándolas y dibujando el surco en la frente, concentrando los pómulos del rostro que terminan transformándose en dos pequeñas esferas que surgen de improviso en el rostro.

Miró al abuelo y recordó al suyo, al de las fotos, al que no pudo conocer por haber nacido después de su muerte. Pensó en el hijo de su abuelo, y en la mujer que compartía la vida en esos momentos junto a él y a la que el abuelo admiraba por su rebeldía y fortaleza. Recordó a sus padres.

Se imaginó que en esa casa podrían estar ellos, todos juntos, como familia, sentados meciéndose en butacas de mimbre disfrutando de nietos y bisnietos.



Pero no era, no podía ser, nunca sería.



Derramó unas lágrimas por sus hijos que no disfrutaron ni a su bisabuelo, ni a sus abuelos. Hizo memoria y lloró al retroceder en el tiempo y recordar aquel momento cuando narraba a sus hijos las historias que él oyó y al final cuando quiso decirles que su familia, los amigos y vecinos que ya no estaban descansaban en paz porque se había hecho justicia, se le atragantó un nudo de impotencia y bronca en la garganta que lo enmudeció.

Nunca pudo terminar el relato porque aún los muertos andan indóciles.

Tragó saliva, dejó de llorar, bajó su brazo izquierdo, que había alzado para saludar al hombre, y a la vez como en un movimiento sincronizado retiró de su vientre la mano derecha que descansaba bajo el cinturón y la extendió hacía el viejo para finalmente saludarlo exclamando:

“Por los nuestros”,

y el viento sopló feliz junto a dos estruendosos sonidos acompañados por música de rebelde memoria:

“aunque no estemos junto te lo juro...los venceremos...”

“Y pagarán su culpa los traidores”.


por Marcelo Cafiso 11 de diciembre 2006.

domingo, 13 de agosto de 2006

" No hay Quijotes, hay hombres con virtudes y un pueblo en Revolución permanente "

En estos tiempos es necesario intentar poner negro sobre blanco para zarandear cierta pereza mental que anda deambulando. En estos tiempos surgen exaltados y alegres los enemigos de los que han logrado cambios sustanciales en beneficio de la existencia del ser humano. En estos tiempos también los amigos y colaboradores de ese pueblo del caribe tienen sensaciones encontradas. En estos tiempos pareciera que el tiempo se detiene en solo una cuestión: el que vendrá, que sucederá en los próximos días, meses o años en la Republica de Cuba.

En esas tierras habita, además de Fidel, un pueblo que ha construido una pequeña-gigante Isla que hoy late dignidad hacia dentro y fuera de sus fronteras.

Ese mismo pueblo cubano se siente mayoritariamente Fidelista.

Y lo es, por fidelidad a su líder, por sus ideas, pero por sobre todas las razones porque el campesino tuvo la tierra, el niño la leche, la madre un embarazo controlado, el padre un trabajo digno, los hijos un estudio garantizado, el ocio a la vuelta de la esquina, la cultura sobre la mesa y hasta en el baño, la medicina sin pagar un centavo desde antes de nacer hasta el día de su entierro, y este incluido. El sentimiento de amor a la patria, el nacionalismo cubano afirmado por los logros y el internacionalismo con los demás oprimidos de la tierra a través de cualquiera de los aportes que pudieran realizar desde su pobreza como Estado rico en humanismo. El socialismo. Y el que diga que todo esto lo hizo Fidel ha tomado demasiado de esa sabrosa bebida cubana llamada Ron. Pero, ¿quién puede negar el liderazgo indiscutido, de ese carismático hombre, desde antes de cumplir treinta años allá en los primeros días de lucha?.

Es cierto que la Revolución Cubana es un hecho excepcional en el mundo y que no se puede comparar, así como también que una de las más altas figuras históricas de toda Latinoamérica le dio ese grado de excepcionalidad por estar al mando de la misma. Aquel hombre de armas llevar, las ideas como pensador revolucionario y las acciones como practica de aquellas, protagonista también de esa gesta, compañero en la dirección en la epopeya cubana en sus inicios, así se refería, en abril de 1961 ( y tomen nota, a solo dos años y tres meses del triunfo revolucionario), sobre la figura de Fidel. “...esa fuerza telúrica llamada Fidel Castro Ruz, nombre que en pocos años ha alcanzado proyecciones históricas. Cuales son las circunstancias excepcionales que rodean la personalidad de Fidel Castro? hay varias características en su vida y en su carácter que lo hacen sobresalir ampliamente por sobre todos sus compañeros y seguidores. Fidel es un hombre de tan enorme personalidad que, en cualquier movimiento donde participe, debe llevar la conducción y así lo ha hecho en el curso de su carrera desde la vida estudiantil hasta el premierato de nuestra patria y de los pueblos oprimidos de América. Tiene las características de gran conductor, que sumadas a sus dotes personales de audacia, fuerza y valor, y a su extraordinario afán de auscultar la voluntad del pueblo, lo han llevado al lugar de honor y de sacrificio que hoy ocupa. Pero tiene otras cualidades importantes, como son su capacidad para asimilar los conocimientos y las experiencias, para comprender todo el conjunto de una situación dada sin perder de vista los detalles, su fe inmensa en el futuro, y su amplitud de visión para prevenir los acontecimientos y anticiparse a los hechos, viendo siempre mas lejos y mejor que sus compañeros. Con estas grandes cualidades cardinales, con su capacidad de aglutinar, de unir, oponiéndose a la división que debilita; su capacidad de dirigir a la cabeza de todos la acción del pueblo; su amor infinito por él, su fe en el futuro y su capacidad de preverlo, Fidel Castro hizo mas que nadie en Cuba para construir de la nada el aparato hoy formidable de la Revolución cubana.”Ernesto Che Guevara.

Como lo expresaba el Che, es indiscutida la autoridad y la figura carismática de Fidel, y en el transcurso de todos estos años ha llegado a un liderazgo personal único. De hecho el grado de Comandante en Jefe que lleva Fidel desaparecerá con él, por haber sido instituido así en su creación como tal. Por lo tanto ese aporte fundamental desde su liderazgo en la conducción que tiene de los distintos órganos de poder [Buró Político del PCC, Asamblea Nacional del Poder Popular, Consejo de Estado y Fuerzas Armadas] del proceso revolucionario ahora, se sentirá el día de mañana cuando no esté presente. Las opiniones y decisiones políticas ya no estarán a la orden del día y sobre la mesa de discusión aportando esa sabiduría de quien tiene una de las visiones globales mas profundas como estadista y organizador revolucionario en la historia en casi medio siglo. El vacío no se podrá negar y se percibirá con creces. Luego entonces viene Raúl Castro, como ya lo delego Fidel al momento de la operación.

Y aquí, no hay que intentar comparaciones, esta claro que no hay talla viviente que se pueda medir con la capacidad de Fidel; ni con su relación con las masas que despierta pasión y furor en cada discurso-dialogo. [ No hay nadie, desde la muerte de Che Guevara, en él circulo intimo de poder en que se mueve, que tenga un calibre intelectual cercano al suyo.]- (Ignacio Ramonet. Cien horas con Fidel. Diciembre, 2005.

Que interrelación se dio en mas de cincuenta años entre este joven abogado, hoy abuelo, y las masas para que se creara una unión tan indisoluble. Fidel ha sabido escuchar el corazón del pueblo e inyectar el espíritu de que es posible el cambio, analizando las distintas reacciones de su pueblo frente a los problemas planteados por la dirección de la revolución.

Pero hay algo más importante detrás de todo este momento de traspaso, de sucesión momentánea, de operación, de recupero pronto o de cuanto tiempo mas puede estar Fidel o Raúl al frente del aparato revolucionario, dadas sus edades. Todo esto no importa si es que tenemos en cuenta lo más importante: el pueblo, la masa. Aquí esta el secreto de una revolución verdadera. Ni la Revolución cubana la hizo solo el movimiento 26 de julio (estuvo a la cabeza y fue mayoritario pero no el único) ni Fidel es un Quijote, que si deja de existir se acaba la novela de la Revolución que quisiera escribir un Cervantes del siglo XXI, ni si Raúl puede reemplazar o no, nada de esto es lo que va a determinar la continuidad de este germen de vida, que es un cambio desde la raíz en Cuba y un viento que sopla esperanzas a los demás pueblos del mundo en busca de su libertad política y económica. Es el pueblo revolucionario el que decide como y la continuidad del proceso de transformación que comenzó el 10 de octubre de 1868, siguió el 24 de febrero de 1895, el 12 de agosto de 1933, el 26 de julio de 1953 y se cristalizo para permanecer hasta hoy aquel 1ro de enero de 1959.

Hoy la Revolución cubana es una mujer de casi cincuenta años que ha madurado en la universidad de la experiencia y ha estado acompañada por Fidel, caminando a la par y de la mano mostrándola al mundo para que todos la conozcan con su hermosa y sensual figura, pero también con sus defectos y arrugas.

Especuladores, enemigos y no, apuestan cuanto dura y como será el día “F”, el día después, sin Fidel. La construcción del socialismo esta basada en el trabajo de las masas y no de un individuo ni de muchos, en la capacidad que tienen las masas para organizarse. Por lo tanto, que falte un individuo, por mas que sea el más importante de la Revolución por su papel histórico, no detendrá el crecimiento inevitable de una revolución permanente ya que la protagonista principal es la masa activa, es decir el pueblo de Cuba.

Pero también sabemos, porque la historia así lo demuestra, que el socialismo es reversible, que una revolución puede destruirse, que los sueños se pueden hacer añicos, y que habrá que seguramente, si algo de esto sucede, volver a empezar. Sólo un colectivo revolucionario organizado, y Cuba lo tiene (abundan jóvenes capaces en las nuevas generaciones), al frente de los tiempos que se avecinan, impedirá que los enemigos de la dignidad intenten volver a convertir a la Isla en un cabaret y apagar así los logros de la revolución cubana y la ilusión de millones de personas que en ella confían. Fidel ha transmitido su mensaje claro sobre lo que se debe hacer en estos casos. Ha enseñado con el ejemplo lo que significa dedicar una vida a la revolución para aportar como individuo al conjunto de la sociedad desde el lugar de mayor responsabilidad en Cuba.

Desde los primeros pasos estudiantiles, pasando por el Moncada, la historia me absolverá, la Sierra Maestra, Girón, la Crisis de los Misiles, y los cincuenta años de lucha ininterrumpida, con bloqueo y acciones terroristas a la orden del día por parte del imperio de los EE.UU., Fidel ha mantenido una coherencia y una actitud frente a la vida que lo corona como otro de los más grandes revolucionarios que ha dado la humanidad.

Podrá apagarse su vida, pero su voz seguirá sonando y estará siempre presente porque su mensaje trascendió fronteras, radares, sistemas de seguridad, leyes internacionales, grupos de terroristas, Pentágonos, Scotland Yard, cubanos mafiosos, y mentiras rabiosas con la clara intención de convertir en estiércol todo lo engendrado con la mas noble de las intenciones de quien pensó siempre en el prójimo.

Los desposeídos del mundo esperan, los imperios del mundo también.

Los segundos, transforman en alegría el fracaso de ayer. El no haber podido.

Los primeros, desean la pronta recuperación de Fidel, y la firmeza y coherencia de Cuba para continuar, pese a todo, en la construcción de una humanidad más justa.

Todos los hombres y mujeres que sentimos a ese pueblo, que sabemos de su gozo, sufrimiento, lucha, tenacidad, solidaridad, amor y alegría por vivir, sentimos el mismo desasosiego ante la salud de Fidel. La aflicción, la congoja frente a su estado convaleciente nos mantiene en zozobra. Las muestras de afecto de su pueblo y de los amigos desde todas partes del mundo reconfortan al vislumbrar el cariño que despierta la historia con ochenta años a cuesta.

¡La victoria de Cuba no está en Fidel, tampoco está afuera, la victoria de Cuba está en la unión, en el trabajo y en el espíritu de su pueblo que con dignidad se levanta erguido para demostrar que vale la pena luchar por un mundo subvertido, para una humanidad con sentido!.

13 Agosto 2006

viernes, 10 de marzo de 2006

Nota Editorial al libro "NOSOTRAS PRESAS POLITICAS" . Nuestra América Editorial.

Nota Editorial al libro "NOSOTRAS PRESAS POLITICAS". Nuestra América Editorial.

Como editorial nos sentimos privilegiados y profundamente agradecidos ante la confianza de este grupo de mujeres para editar, por vez primera, el resultado de muchos años de trabajo colectivo.
Sabemos que ha sido una hazaña, en el cabal significado de la palabra, lograr que aquel sueño de una mujer se fuera contagiando en muchas otras compañeras que compartieron las mismas penurias como presas políticas, para darlo a conocer a través de los más vívidos testimonios.
Este libro es narrado por mujeres que vivieron ese decenio de la historia Argentina en el cual los sueños elevaban el mar hasta fundirse con el cielo para así intentar jugar con las estrellas, acariciar la luna; pero donde la marea enemiga, se encargó de derrumbar el proyecto de vida colocándole rejas y muerte.
Pero ellas, encontrándose prisioneras en los claustros del horror, sentían y sienten aquello de El viejo y el mar, que en medio de la desolación y la batalla desgarradora, reflexiona diciendo: “Pero el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido pero no derrotado”.
Este es el perfume que exhalan sus páginas al abrirlas, nos han vencido, nos han destruido, pero jamás podrán derrotarnos.
No esconden nada. No se oculta el dolor, el llanto, la tortura, la muerte, la presencia permanente de la lobosidad del ser humano; y todo esto se contrarresta con la rebeldía, la desobediencia, la poesía, las postales, los dibujos, las cartas, los retratos de sus hijos, el humor y el amor que conviven en la diaria lucha de vivir sobreviviendo en los pantanos de la insensatez.
Las casi quinientas paginas de Nosotras, presas políticas y el CD con más de quinientas cartas, son una ventana sin barrotes que abren para todos este grupo de valientes mujeres; y que tanto ayer en la lucha aguerrida de los años setenta, como hoy en el batallar diario, nos ofrece su ejemplo de dignidad y vida, frente a la sinrazón de la no-vida.
Una carta escrita desde la cárcel, por Mariana Crespo, precursora de este libro, dice en uno de sus párrafos: No hemos perdido la alegría y vive encendida la confianza de que llegara el día que la felicidad será de todos. Algo me dice que volveré.
Sí, Mariana, volviste, y vuelven todas y todos, a través de este libro testimonio que enciende la esperanza por esa felicidad añorada, e ilumina para ver lo que nunca más debe volver a ocurrir; y nos impulsa a actuar, a hacer, a cambiar para lograr, con la pasión que condujo a estas compañeras de la vida a luchar por la justicia, que las nobles ideas sean, de una vez por todas,
realidad en nuestras vidas.

Por su testimonio,
gracias compañeras.
Por su entrega apasionada,
gracias compañeras.
Por su ejemplo,
gracias compañeras.
Por su dignidad,
gracias compañeras.
Por su memoria,
gracias compañeras.
Porque sabemos que el dolor arranca lágrimas,
pero las lágrimas humedecen la tierra
y la tierra abre sus brazos y los cierra,
protegiendo a las semillas humedecidas,
y comienza a vibrar la vida,
que germina, germina,
desde el grito más profundo
de la muerte absurda,
del sol ocultado,
y vuelven desde mil derrotas
las mujeres y hombres
que anidan en nuestro corazón.

Mujeres compañeras, gracias.

Marzo 2006
Marcelo Cafiso.