domingo, 31 de diciembre de 2017

EL NACER DE UNA COSA ES EL PERECER DE OTRA




EL NACER DE UNA COSA ES EL PERECER DE OTRA. 
En ese pasaje se da la transformación del mundo.



Desde El Bohío
31.12.2017



martes, 26 de diciembre de 2017

Adiós Papi, Chau Daniel, Hasta Siempre Capitán

Adiós Papi, Chau Daniel, Hasta Siempre Capitán
Llegaste a nuestros desamparos cuando perdidos y embarrados no hallábamos donde anidar nuestras rebeldías. Nos fuiste convocando sin convocar ni pedir nada, mostraste el camino que aún anhelamos, aprendimos caminando, y sin saberlo estudiamos, leyendo, discutiendo, analizando nuestras propias miserables existencias y las de los otros nosotros de nuestros barrios.
Recuerdo las interminables noches y los mates cuando calentábamos el agua en el ladrillo con resistencia o con la cuchara conectada a la corriente y colocada dentro de la pava, nos faltaba de todo, abundaba la amistad, más que eso, la hermandad y un objetivo común, cambiar esta sociedad.
Nunca pude olvidar tu ocurrencia mitad broma y mitad análisis de las relaciones humanas, sobre la "experiencia interclase", eso que solamente hacemos por amor. Filoso, ingenioso, irónico, con un humor especial, crítico, amigo y compañero como pocos. Un viejo perro que nunca perdió las mañas y que puso el cuerpo, pero antes la cabeza, para enfrentar las ignominias de la injusticia, la de todos los días o la aún interminable en nuestro país.
Pusiste las mejores armas sobre la mesa, las de la política, la formación, el entrenamiento, las ideas, la historia y la memoria, pero por sobre todas las cosas el amor al pueblo al que pertenecemos y por el que luchaste perdiéndolo casi todo, y conservando una vida golpeada y dolida de sobreviviente, deambulando clandestino muchos años. Y sobreviviendo enseñaste y formaste. Crítico acérrimo de los errores del pasado y sobre todo de la lectura que en el presente se hacía, no dudaste en transmitirla con detalles aleccionadores de lo que no hay que volver a hacer. Tampoco dudaste en colaborar con el equipo de Antropólogos (EAAF) para identificaciones de compañeros que conocías, y así llegar a la verdad.
Nos enseñaste que a Goliat no se lo derriba nada más que con piedras, que es bella esa historia porque enciende chispas de rebelión, pero que antes hay que usar la cabeza y luego la pasión.
No entiendo como carajos hiciste para volver a intentarlo, me dicen que te subiste a una escalera, a trabajar en algo, y allí fue el principio de este fin, pero es un invento, estoy convencido que querías volver a tomar el cielo por asalto, sí, eso estabas haciendo, mostrando otra vez la senda que dejaste para que otros la andemos, ahora, también en tu memoria.
Jamás imagine en despedir a un Capitán, porque nunca te llamamos así, para nosotros eras Papi, o Daniel, aunque siempre fuiste nuestro Capitán, y sin la necesidad del grado, todos lo sabíamos porque te admirábamos.
Adiós viejo inteligente, amigo y guía de una etapa decisiva de nuestras vidas.
Una parte de lo poco bueno que aprendí y llevo adelante en lo que hago, te lo debo. No es deuda que tengo con vos, es una gratitud inmensa aunque nunca te lo dije.
Hoy te despedimos así acongojados, pero más que llanto hay orgullos que se nos explotan del pecho por haber sido formados por un hombre como vos.
Hasta la Victoria Siempre, Papi, Daniel, o Capitán Hernán.
Desde El Bohío, 26 Diciembre de 2017, Marcelo Cafiso