LA LUNA

La Luna.

Anoche al regresar pegajoso del calor del día en el trabajo callejero, pensé que al pasar la 5ta. puerta, que permite llegar al Bohío, me hallaría en la más absoluta oscuridad por no preveer dejar un bombillo encendido.

Pero mis ojos se entrecerraron ante tanta luz.

Todo era blanco y verde, y en un espejo de agua me sonreía la Luna, me acosté en el piso, la miré, le sonreí y recordé a William Blake:

"La Luna, como una flor en el alto arco del cielo, con deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche".