Estremece la muerte absurda
la de un joven campesino
y de un niño pueblerino,
la mierda muerte palurda
Enloquece la muerte absurda
y lo absurdo en el hombre cruel
desgarra un corazón con hiel
la muerte estúpida y burda
Enceguece húmedos ojos
ver dos sueños en retazos
por el hombre hechos pedazos
canje de vida en despojos
Explico a mis hijas la muerte
creo hacerlo, solo intento
descomprimir el tormento
que genera lo ya inerte
Y el silencio no evita
venas latientes hervir
y en un solo sentir
la sangre corre y grita
Sangre de pueblo carajo
que no correrá en vano
veo un puñal en la mano
que se hundirá desde abajo.
Marcelo Cafiso
17 de noviembre 2011
jueves, 17 de noviembre de 2011
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