Noche cotidiana al borde del abismo,
de un ser cualquiera, tal vez yo/tú mismo.
Río, río, río,
no sé de qué mierda,
mientras me lleva la corriente
irreversible de pesadillas,
en una pendiente
de angustias
de los suburbios
del corazón,
intentando dormir con turbios
pensamientos
en esta noche de lluvia.
Mañana cesará,
y habrá que ganarse el pan.
***
martes, 15 de noviembre de 2011
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