Mujer de la hierba hermosa
que desde la tierra naces
y como aroma renaces
en flor sencilla y preciosa.
Tu arribo es como un soplido
que silba suave en el viento,
y entona con los latidos
de un corazón contento.
Por favor no me mires
con tu ojos carbón
que incendian mi corazón
del fuego de los sentires.
Olas de mar te siento,
llegaste junto a la brisa
cual suave y dulce caricia,
y volviste mar adentro.
Ansioso espero, confieso,
que vuelvas a humedecerme,
y en brazos de agua embeberme
con la ternura de un beso.
***
Marcelo Cafiso
domingo, 27 de noviembre de 2011
viernes, 25 de noviembre de 2011
Pequeña Torcaza
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Canto al Bohío en su metamorfosis
Bohío te esperare aunque te niegues
a los cambios inevitables
Naciste en mi mente, habitable
Aunque eras viejo aquel viernes.
Un sonido imperceptible vino de tus raíces
Destruido, solo y de vida ausente
Susurraste a mi oído quiero ser tu naciente
de hilo de agua y tu sed sacies.
Nadie creía en ti, pero yo me enamoré
una vez más, claro, este ser enamorado
de la vida, y entregado,
a tus áridos brazos, y te abracé.
Te dejaste acariciar, tocar, besar
sentir el amor profundo
tan falto en este mundo,
que fuimos uno para los dos habitar
Vos en mi y yo en vos
hasta que de una vez comprendieras
que ruinas a ser vos volvieras
si no te brindas a todos.
Ningún sentido ya tienes, Bohío
si te ocultas en un amor egoísta
de dos, de tres, o solo existas a la vista
de estos ojos que ya no son míos
Nos entregamos, recuerdas, con pasión y alegría
a los besos, los abrazos, los vientres, las caderas
de la mujer que a ambos poder comprendiera
que estamos hechos de amor, ideas,
naturaleza,
y poesía.
Ahora volvamos en otros nosotros;
junto al membrillo, el fresno, la higuera
el limonero, la mandarina, el cerezo,
el laurel, las cañas, el ficus y el pomelo bello,
los potus, los cactus, malvones, y nidos,
el mirko del Chaco, las aves y sus cantos;
A reencontrarnos, deseados,
cuando la metamorfosis,
haya culminado.
Marcelo Cafiso
23 de noviembre de 2011
a los cambios inevitables
Naciste en mi mente, habitable
Aunque eras viejo aquel viernes.
Un sonido imperceptible vino de tus raíces
Destruido, solo y de vida ausente
Susurraste a mi oído quiero ser tu naciente
de hilo de agua y tu sed sacies.
Nadie creía en ti, pero yo me enamoré
una vez más, claro, este ser enamorado
de la vida, y entregado,
a tus áridos brazos, y te abracé.
Te dejaste acariciar, tocar, besar
sentir el amor profundo
tan falto en este mundo,
que fuimos uno para los dos habitar
Vos en mi y yo en vos
hasta que de una vez comprendieras
que ruinas a ser vos volvieras
si no te brindas a todos.
Ningún sentido ya tienes, Bohío
si te ocultas en un amor egoísta
de dos, de tres, o solo existas a la vista
de estos ojos que ya no son míos
Nos entregamos, recuerdas, con pasión y alegría
a los besos, los abrazos, los vientres, las caderas
de la mujer que a ambos poder comprendiera
que estamos hechos de amor, ideas,
naturaleza,
y poesía.
Ahora volvamos en otros nosotros;
junto al membrillo, el fresno, la higuera
el limonero, la mandarina, el cerezo,
el laurel, las cañas, el ficus y el pomelo bello,
los potus, los cactus, malvones, y nidos,
el mirko del Chaco, las aves y sus cantos;
A reencontrarnos, deseados,
cuando la metamorfosis,
haya culminado.
Marcelo Cafiso
23 de noviembre de 2011
A Luisina Cafiso
mi vida,
de amor
mi usina.
Once dice el calendario
Cuando uno mira
El veintitrés
¿O acaso es al revés?
Como el mundo que ves
Detrás de tus ilusiones
De tus juegos y canciones
De tu andar de ciempiés
Correteando vas y vienes
Leyendo, estudias, cantando
Vivís el arte volando
Volás sin alas ni bienes
Mariposa en crecimiento
Pura libre siempre ríes
Y contagias tus sentires
Vertiendo anécdota y cuento
Tus ojitos de mañana
Hierbas claras campestres
Claros grandes y verdes
Bajo techos de pestaña
Nos miran un tanto inquietos
Buscando tal vez preguntas
Respuestas o todas juntas
Inquietudes de otros vientos
Inconforme y luchadora
No te vence la agonía
Ternura en piel y armonía
Es mi niña encantadora
Se abre al son de la vida
Tu boca que es un espejo
Del alma de un sueño viejo
De amor, risas y alegría
Calendario ruta de ida
El veintitrés, once y adivina
Cumple la flor Luisina
Aromando nuestra vida.
tu papitom también,
Marcelo Cafiso
23 de noviembre de 2011
desde el Bohío.
de amor
mi usina.
Once dice el calendario
Cuando uno mira
El veintitrés
¿O acaso es al revés?
Como el mundo que ves
Detrás de tus ilusiones
De tus juegos y canciones
De tu andar de ciempiés
Correteando vas y vienes
Leyendo, estudias, cantando
Vivís el arte volando
Volás sin alas ni bienes
Mariposa en crecimiento
Pura libre siempre ríes
Y contagias tus sentires
Vertiendo anécdota y cuento
Tus ojitos de mañana
Hierbas claras campestres
Claros grandes y verdes
Bajo techos de pestaña
Nos miran un tanto inquietos
Buscando tal vez preguntas
Respuestas o todas juntas
Inquietudes de otros vientos
Inconforme y luchadora
No te vence la agonía
Ternura en piel y armonía
Es mi niña encantadora
Se abre al son de la vida
Tu boca que es un espejo
Del alma de un sueño viejo
De amor, risas y alegría
Calendario ruta de ida
El veintitrés, once y adivina
Cumple la flor Luisina
Aromando nuestra vida.
tu papitom también,
Marcelo Cafiso
23 de noviembre de 2011
desde el Bohío.
jueves, 17 de noviembre de 2011
MUERTES ABSURDAS
Estremece la muerte absurda
la de un joven campesino
y de un niño pueblerino,
la mierda muerte palurda
Enloquece la muerte absurda
y lo absurdo en el hombre cruel
desgarra un corazón con hiel
la muerte estúpida y burda
Enceguece húmedos ojos
ver dos sueños en retazos
por el hombre hechos pedazos
canje de vida en despojos
Explico a mis hijas la muerte
creo hacerlo, solo intento
descomprimir el tormento
que genera lo ya inerte
Y el silencio no evita
venas latientes hervir
y en un solo sentir
la sangre corre y grita
Sangre de pueblo carajo
que no correrá en vano
veo un puñal en la mano
que se hundirá desde abajo.
Marcelo Cafiso
17 de noviembre 2011
la de un joven campesino
y de un niño pueblerino,
la mierda muerte palurda
Enloquece la muerte absurda
y lo absurdo en el hombre cruel
desgarra un corazón con hiel
la muerte estúpida y burda
Enceguece húmedos ojos
ver dos sueños en retazos
por el hombre hechos pedazos
canje de vida en despojos
Explico a mis hijas la muerte
creo hacerlo, solo intento
descomprimir el tormento
que genera lo ya inerte
Y el silencio no evita
venas latientes hervir
y en un solo sentir
la sangre corre y grita
Sangre de pueblo carajo
que no correrá en vano
veo un puñal en la mano
que se hundirá desde abajo.
Marcelo Cafiso
17 de noviembre 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
Capítulo 56
Allí estoy, ¿acaso no me ves?
En el capítulo cincuenta y seis.
Sentado, sí, a la defensiva
De mí mismo,
Del abismo,
Al borde de la ventana
A dos pisos de vos,
Y es la madrugada,
O tal vez la noche
Oscura y silenciosa,
Ociosa,
Que nos llama hacia el final.
Allí estás, ¿acaso te ves?
Perdida como siempre
Sin saber quien sos
No yo, ni vos, ni los dos,
Buscas con la mirada hacia arriba
Reacción por única vez
Ya que siempre andas con la vista
Baja o hacia cualquier lado
Evitando los cíclopes
Que te han asustado.
Pero algo tenes claro,
Lo que no querés
Temés,
Y sin saber que es
Lo que sí querés.
Allí están, ¿sos las dos o una de ellas?
¿con cual te llevás mejor?
Ambas te dibujan entera
aunque cercana a la Maga fueras.
Me ves, te veo, jugamos
Y sabés que estoy perdido
Que no estoy en la tierra
Y no llego al cielo.
Sollozas en tu desconsuelo
Y como Horacio siento y te digo,
Buscando lo inhallable,
Sigue jugando Bonita
Vuela libre como el ave
***
Marcelo Cafiso
En el capítulo cincuenta y seis.
Sentado, sí, a la defensiva
De mí mismo,
Del abismo,
Al borde de la ventana
A dos pisos de vos,
Y es la madrugada,
O tal vez la noche
Oscura y silenciosa,
Ociosa,
Que nos llama hacia el final.
Allí estás, ¿acaso te ves?
Perdida como siempre
Sin saber quien sos
No yo, ni vos, ni los dos,
Buscas con la mirada hacia arriba
Reacción por única vez
Ya que siempre andas con la vista
Baja o hacia cualquier lado
Evitando los cíclopes
Que te han asustado.
Pero algo tenes claro,
Lo que no querés
Temés,
Y sin saber que es
Lo que sí querés.
Allí están, ¿sos las dos o una de ellas?
¿con cual te llevás mejor?
Ambas te dibujan entera
aunque cercana a la Maga fueras.
Me ves, te veo, jugamos
Y sabés que estoy perdido
Que no estoy en la tierra
Y no llego al cielo.
Sollozas en tu desconsuelo
Y como Horacio siento y te digo,
Buscando lo inhallable,
Sigue jugando Bonita
Vuela libre como el ave
***
Marcelo Cafiso
EL BOHÍO
El Bohío.
El Bohío
ya no es mío,
de todos y tuyo
como el coyuyo.
Vienes, te pierdes,
laberinto,monasterio
colmado de misterios,
rojos y verdes.
Vida monástica invita
a lo poco y lo sencillo
canta el ave, el pajarillo,
lee, descansa, medita.
Silencios, tenues calores
entre el tupido follaje,
si agota ese largo viaje
ven y bebe estos sabores.
Noviembre 2011
El Bohío
ya no es mío,
de todos y tuyo
como el coyuyo.
Vienes, te pierdes,
laberinto,monasterio
colmado de misterios,
rojos y verdes.
Vida monástica invita
a lo poco y lo sencillo
canta el ave, el pajarillo,
lee, descansa, medita.
Silencios, tenues calores
entre el tupido follaje,
si agota ese largo viaje
ven y bebe estos sabores.
Noviembre 2011
pensar
Si dejara de pensar lo que pienso
y hacer lo que hago,
cualquier día
como García Lorca diría
"Pero yo ya no soy yo,
Ni mi casa es ya mi casa"
Por lo cual no me doblego
y acepto el fuego que arrasa.
y hacer lo que hago,
cualquier día
como García Lorca diría
"Pero yo ya no soy yo,
Ni mi casa es ya mi casa"
Por lo cual no me doblego
y acepto el fuego que arrasa.
TRINAR
¡Oh dulce y apabullante trinar
de aves de maitines,
os ruego dejadme sobremorir
las escasas horas
que arrojo esta osamenta
en el pobre catre del Bohío;
retrasando vuestra cantata
hasta las seis
de aves de maitines,
os ruego dejadme sobremorir
las escasas horas
que arrojo esta osamenta
en el pobre catre del Bohío;
retrasando vuestra cantata
hasta las seis
PAN
Noche cotidiana al borde del abismo,
de un ser cualquiera, tal vez yo/tú mismo.
Río, río, río,
no sé de qué mierda,
mientras me lleva la corriente
irreversible de pesadillas,
en una pendiente
de angustias
de los suburbios
del corazón,
intentando dormir con turbios
pensamientos
en esta noche de lluvia.
Mañana cesará,
y habrá que ganarse el pan.
***
de un ser cualquiera, tal vez yo/tú mismo.
Río, río, río,
no sé de qué mierda,
mientras me lleva la corriente
irreversible de pesadillas,
en una pendiente
de angustias
de los suburbios
del corazón,
intentando dormir con turbios
pensamientos
en esta noche de lluvia.
Mañana cesará,
y habrá que ganarse el pan.
***
HAMBRE
HAMBRE
“Ninguna alma excelente está exenta de ligera locura”
(Aristóteles)
Si la ira derriba la puerta
la locura es la que ingresa.
Viene cual cólera indómita
con dientes, garras, cual enjambre,
y en vuelo feroz que excita
acude el furor a la cita.
Ten cuidado de mi hambre,
y haz de mí solo despojos,
porque en el último aliento
me comería tus ojos.
M.C.
Noviembre 2011
“Ninguna alma excelente está exenta de ligera locura”
(Aristóteles)
Si la ira derriba la puerta
la locura es la que ingresa.
Viene cual cólera indómita
con dientes, garras, cual enjambre,
y en vuelo feroz que excita
acude el furor a la cita.
Ten cuidado de mi hambre,
y haz de mí solo despojos,
porque en el último aliento
me comería tus ojos.
M.C.
Noviembre 2011
Hombre mercader del hombre
¿EL HOMBRE LOBO DEL HOMBRE? Desde tiempo atrás se sostiene la teoría de que el HOMBRE ES EL LOBO DEL HOMBRE. Los tiempos cambian y hoy podemos decir claramente que ESO NO ES ASÍ. Ahora y sin ningún lugar a dudas creo firmemente que "EL HOMBRE ES MERCADER DEL HOMBRE, ES DECIR PEOR QUE UN LOBO" / Noviembre 2011
Las Ferias del Libro y sus historias.
(Andanzas en las Ferias del Libro) Varela 2011. En aména charla con conocidos de la feria y bibliotecarias, entre risas y chascarrillos, acusábanme de solamente dar conversa y observar mas detenidamente a las más jóvenes. Decía una bibliotecaria de mi misma edad -: "Claro, tenemos que presentarte bibliotecarias jovencitas porque a nosotras las viejas no nos das mas bola"!- Ante tal acusación reaccioné sensiblemente. Conmovido coloqué mi mano izquierda cubriendo su hombro y le dije suavemente: -"Viejo es el viento y todavía sopla"- No se si le cayó bien o mal, pero se me salió como bocanda de aire en medio de un ahogo./
sábado, 12 de noviembre de 2011
jueves, 10 de noviembre de 2011
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