martes, 9 de julio de 2013

REBELIONES MINERAS DELIA MAISEL LUCHA SINDICAL EN MINA AGUILAR JUJUY




Rebeliones Mineras. Nota editorial por Marcelo Cafiso
“La falsa historia es el origen de la falsa política.”
Juan Bautista Alberdi (Escritos Póstumos, vol. V, 95)
Este libro es la huella de una lucha en la mina El Aguilar, de un pueblo, de un sindicato, de la rebelión de muchos hombres y mujeres que le dijeron no a la injusticia cotidiana, no a la indignidad que es antagónica a la existencia humana.
Recorreremos esas huellas impregnadas por el caminar de los obre­ros, los explotados, los hombres y mujeres de la clase trabajadora. Esas huellas que deberían ser imborrables al paso del tiempo y de los bo­rradores historiadores del poder que todo lo inclina, como el viento al torcer los árboles hacia el lado que sopla con más fuerza y frecuencia.
Esas huellas son descubiertas por los incansables husmeadores de otra realidad que provoca desajustes en los establecidos asientos de la sociedad mercantil, molestos archivadores que desarchivan viejos papeles de polvo y memoria, silenciosos gritadores que con pruebas en mano se presentan al juzgado que la realidad les depara, para cla­mar que aquí, en las propias narices de todos, hay otra historia para cambiar la presente y futura. Entre ellos, la autora, quien emerge nue­vamente como investigadora en este nuevo libro de nuestra editorial.
Sin retóricas que adornen nada de lo escarbado debajo de las piedras removidas, nos enorgullece decir que los resultados y consecuencias primarias de este libro, se ven laureados con lo que hemos denomi­nado: “A manera de epílogo. Efectos de la investigación. Anexo.”*
Esas huellas de las que hablamos al principio, huellas de rebeldías primitivas, huellas de zinc, de plomo, de oro y plata, huellas de sangre y polvo jujeño, hoy quedan grabadas en estas páginas, incomodando a algunos, entre ellos los responsables procesados, por el aporte del manuscrito original que ha sido: “incorporado formalmente como prue­ba y reservado en Secretaría, trabajo en borrador titulado Investigación histórica: La lucha del Sindicato Obrero Mina Aguilar – Avelino Bazán detenido-desaparecido, escrito por Delia Maisel”.**
Los párrafos del fallo judicial sobre la Mina el Aguilar, emitido por el Poder Judicial de la Nación en San Salvador de Jujuy el 12 de ju­nio de 2013, referidos al texto que hoy tienen en sus manos, podrán hallarlos en el anexo final, así como también la dirección URL para acceder al fallo completo. Anhelamos que sea el puntapié de una es­perada condena a los actores civiles y de fuerzas represivas del Estado, que actuaron tanto en período de democracia como en la última dic­tadura cívico-militar.
***
“Mientras existan las clases, la lucha entre estas es inevitable”
Lenin.
En el prólogo nos habla un cura de la puna jujeña que da a conocer a los jóvenes de los colegios la realidad de los mineros y que los alumnos denuncian por subversivo. Un hombre que vivirá la detención, la cár­cel y el exilio para luego regresar, en democracia, y continuar la lucha. Jesús Olmedo, es el hombre que prologa esta obra.
* Ver página 239.
** Ese era el nombre provisorio del borrador, ahora libro titulado: “Rebeliones mineras. Lucha sindical en Mina Aguilar. Jujuy”. Nuestra América Editorial, julio 2013.

La autora, con una meritoria paciencia, aguardó durante los lar­gos años de investigación a que se abrieran los archivos del Sindicato Obrero de Mina Aguilar en el 2012, luego que le fueran negados en incontables oportunidades. Y aquí es donde nos preguntamos ¿por qué recién ahora luego de más de treinta años se abren algunos archi­vos?, ¿Por qué siguen permaneciendo tantas puertas con cerrojos que nadie quiere abrir hasta que llega ese momento de presión ineludible y a regañadientes las abren?, ¿Por qué los funcionarios nacionales, pro­vinciales, locales – tanto gobiernos como Iglesias – teniendo el poder institucional que ejercen para otros menesteres son, a veces, cómplices del silencio con su inaptitud para acelerar los procesos de apertura de archivos de los cuales el pueblo es verdadero dueño y destinatario?, ¿Hasta cuándo habrá que aguardar para que se rasguen las vestiduras de pacatos funcionarios, o prelados cómplices, que miran el techo desde su cómodo lecho de muebles burgueses y ordenen la inmediata revelación de todos los secretos guardados en miles de documentos, secretos de alcoba o confesionario?
La autora esperó y esperó, mientras hurgaba y alimentaba esa pa­ciencia que la condujo a hallar una de las tantas puertas entreabiertas, que han permitido arrojar algunas luces, en estos últimos años de democracia, y logró enriquecer su investigación de un lustro para que naciera este contundente libro de la historia de lucha de los mineros rebeldes de la provincia de Jujuy.
El pormenorizado trabajo de investigación de Delia Maisel, nos lle­va a recorrer cada una de las leyes, reclamos, paritarias, aumentos y quitas a la clase trabajadora en la mina El Aguilar en forma detallada a través de los distintos períodos de conflicto en cada año en el que transcurre y se desarrolla la historia aquí narrada y documentada.
Compañía Minera Aguilar S.A. en 1938 tenía los depósitos de plo­mo y zinc más importantes de América Latina. Sus dueños, el Grupo Morgan, a través de correveidiles empresas manejaban su explotación.
La gendarmería nacional y la policía provincial custodiaban a los dueños y los intereses de la empresa.
Esta misma historia se repite en otros escenarios y momentos de nuestro país y la hemos compartido, con ustedes lectores, en otros libros nuestros como “Memorias del apagón” (Ingenio Ledesma), “El sexo del azúcar” (Memorias de Santa Ana - Ingenio azucarero) y “Lo que son los yerbales” (plantaciones de yerba mate).
Mineros, yerbateros, zafreros. ¿Cuál es la diferencia? Las zonas, el producto a explotar, los nombres de las empresas, pero el fin es el mismo: alquilar personas al más bajo costo con el mísero dinero a cambio de la vida del que trabaja para producir más riqueza para los ricos. Hay un bello poema de José Martí en los Versos Sencillos que suena como música del dolor y la rabia:
¡Penas! ¿Quién osa decir
Que tengo yo penas? Luego,
Después del rayo, y del fuego,
Tendré tiempo de sufrir.
Yo sé de un pesar profundo
Entre las penas sin nombres:
¡La esclavitud de los hombres
Es la gran pena del mundo!
Pena en la mina. Vida penosa en las corridas (casuchas de mineros), con un hospital público deficiente y discriminador entre pacientes de familia de patrones o de obreros.
Vida en la que sólo se trabaja, como recuerda el obrero Gaspar Campos: “Simplemente era trabajar, trabajar y trabajar arañando en las entrañas de la tierra y en las profundidades de los socavones siguiendo la veta del mineral briosa y plateada a la luz de las lámparas y en el confín de la oscuridad donde el ruido de la máquina rompía el silencio solitario”.
La silicosis compañera hasta la muerte, pérdida de la vista, artri­tis, reumatismo… sordos por perforar, ciegos por no ver, muertos en vida, y jóvenes.
Uno de esos jóvenes muchachos trabajadores, con 28 años y sin ex­periencia alguna en cuestiones de sindicalismo, es elegido secretario general del sindicato de mineros de la Mina Aguilar. Avelino Bazán. Y allí comienza otra historia, junto al nuevo representante legal, abo­gado, Guillermo Snopek, quien se comprometerá a luchar junto a los obreros por los justos reclamos.
Las fotos de la época, testimonio gráfico, que aporta la autora, ex­hiben la miseria en la que vivían, y a pesar de ello los obreros esbozan una sonrisa al abrazar a sus hijos, numerosos por familia, porque eran la más preciada alegría que los mantenía de pie.
Recortes de periódicos, datos de los decretos, actas del sindicato, do­cumentos desclasificados, innumerables pruebas que avalan el relato de este libro, más testimonios directos de los protagonistas de aquella época que recuerdan con detalle los hechos, más el libro memoria y autobiografía de Avelino Bazán, junto a telegramas y cartas respaldan el relato de esta investigación.
Paros, huelgas, marchas y contramarchas, muerte de un obrero ba­leado por la Gendarmería y muchos heridos. El Aguilarazo.
Mujeres luchadoras junto a sus compañeros, cárcel en Jujuy, trasla­dos, Unidad 9 de La Plata, empresa al servicio de la represión, torturas, y desaparición forzada de personas. Huellas, borradas y encontradas.
En tiempos de democracia y en dictadura los obreros sufrieron el peso de la injusticia del poder opresor.
Esta es la historia de esa lucha.
No es la intención de esta nota resumir el libro, tampoco sería posi­ble, porque cercenaríamos un extraordinario trabajo de investigación, memoria, clamor de verdad y justicia a través de lo aquí expuesto por la autora.
Por lo tanto nos quedamos en estas breves líneas y los invitamos a que lo lean y den a conocer, compartiéndolo con otros para que nues­tra historia vuelva a las manos de los oprimidos escrita por quienes la forjaron y no por quienes la escribieron con mentiras y sangre de trabajadores.

Acerca del video documental “Mineritas” que acompaña esta edición
El trabajo realizado por Leticia Orieta y Delia Maisel nos acerca la palabra viva, el testimonio de la memoria de las propias trabajadoras explotadas en la zona minera.
Estas recientes entrevistas a las mujeres que sobrevivieron a la mina contienen un alto valor de ejemplo, como dijera el también entrevis­tado Arédez hijo, que en una frase define lo que representan, para siempre, estas luchadoras: “Han sembrado huella con dignidad”.
Mujeres trabajadoras “desde las cuatro de la madrugada hasta las seis de la tarde”, ternuras de mujeres que al tener sed “orinaban en sus manos y tomaban, tenían hambre y comían pasto”, voces femeninas, caricia de susurro tranquilo de las alturas y grito de combate que recuerdan que aquel seis de noviembre de 1973 “en El Aguilarazo fuimos más mujeres que hombres”, torbellinos de largos cabellos que impulsaron a los hombres a la huelga de 28 días más 5 de marcha, bellas flores de la puna que recuerdan que “los gendarmes agredieron primero, nosotros veníamos con calma”, madres de los hijos del amor y la pobreza que hoy luego de casi cuarenta años de los hechos ratifican con firmeza: “apoyo esta lucha porque se haga justicia, porque ha sido un buen dirigente” (refiriéndose a Avelino Bazán y su desaparición, así como también a la del recordado médico Luis Arédez).
Paridoras de la historia, ejemplo de dignidad y memoria viva de lucha contra los opresores.

Mina El Aguilar, como ayer.
¿Fuerzas productivas o destructivas? O ¿Fuerzas productivas destructivas?
Cambian las formas, mas no la esencia.
“En plena Puna de Atacama, al pie del cerro El Aguilar a 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en la enrarecida atmósfera del altiplano: el frío y la baja concentración de oxígeno someten allí al hombre a extremas condiciones de supervivencia” (fragmento de testimonio del libro Rebeliones Mineras).
Al precipicio van los trabajadores, no los empresarios
Cuatro hombres dejaron sus huesos desparramados en cercanías de los yacimientos de la mina el pasado año 2012. No los mató Gendarmería, ni se desplomó el socavón sobre sus cuerpos. La rea­lidad cambia.
10 de mayo de 2012. Reclamos, pedido de justicia.
Integrantes de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), solicitaron al Ministerio de Trabajo se les garantice sus derechos y pi­dieron justicia por los cuatro compañeros fallecidos en un accidente el 15 de abril del 2012, cuando la camioneta cayó a un precipicio, a siete kilómetros de la localidad El Aguilar. En esa ocasión afirmaron: “Se hace notorio, se hace evidente que lo que prima aquí es la producción más que la seguridad. No es por casualidad que hayan pasado estos acciden­tes”, “Las empresas contratistas son empresas chicas que tienen un sistema en forma precaria y se descuida todo los estándares de seguridad”, “La tercerización para nosotros es netamente deficiente en Mina El Aguilar y esto es lo que provoca mayor descuido en cuanto a la seguridad”.
De fiesta y educando al soberano
El 7 de mayo de 2013 se conmemoró en el Aguilar el Bicentenario del Día de la Minería. Fue una jornada muy especial para todos los trabajadores y habitantes de la localidad. La iniciativa y organización estuvo a cargo de la Escuela de Educación Técnica Nº 1, cuyo director es el profesor Hugo Raúl Muñoz, con la colaboración de Cia. Minera Aguilar S.A. Participaron importantes autoridades de la provincia de Jujuy como ser el ministro de producción Ing. Gabriel Romanosky y el director de escuelas técnicas Ing. David Junco, más autoridades municipales de la localidad y de la empresa.
De esta manera y gracias al esfuerzo de directivos, profesores y alum­nos como así también al constante y valorable apoyo que nos brinda Cia. Minera Aguilar, seguimos con el deber de formar profesionales aptos para mantener el prestigio de la actividad minera como una fuerza laboral pujante, responsable, sustentable y digna para el bien de la humanidad. (Diario el Tribuno de Jujuy, 8 de mayo de 2013).
Penal. Un fiscal y los vecinos del Aguilar
“Los valores de plomo, zinc y cadmio que llegan por el dique de colas al río Grande se encuentran por encima de los límites permitidos y la propia empresa reconoce que dicho impacto es permanente, irreversible y severo. Con respecto a la afectación del suelo, la propia compañía Mina Aguilar reconoce en su informe que la misma es permanente, irreversible, irrecuperable y crítica en la zona del dique de colas”.
Decía el Fiscal Gómez, de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Ambientales, luego de presentar en la Fiscalía Federal de Jujuy su dictamen a raíz de que en noviembre del 2007, los vecinos denun­ciaron a la empresa.
Quién es quién en el Neocolonialismo
Universalizar el mercado es el sistema social imperante en nuestros tiempos, pero no por actual es novedoso, ya que se arrastra como reptil desde su historia naciente y llega a nuestros días con epítetos seductores pero su nombre sigue siendo: capitalismo.
Ayer nomás
La Compañía Minera Aguilar S.A. inició actividades en 1927. En pocos años se convirtió en la mayor productora, en Argentina, de plomo y mineral de zinc, controlando el 80% de la producción de ambos metales. Subsidiaria del consorcio de EE.UU. The Joseph Lead Corp. de Nueva York, principal productor de plomo, dominado por el grupo Morgan.
Para no duplicar la información de aquellos años, los datos del directorio de la Compañía Minera Aguilar S.A., así como también la vinculación de sus integrantes con distintas empresas argentinas como Alpargatas S.A., Cristalerías Rigolleau S.A., y muchas otras, se encuentra detallado con minuciosidad y acompaña esta edición en el documento de referencia aportado por Delia Maisel (Para enten­der mejor al imperialismo. ¿Quiénes explotan a los mineros del Aguilar? En: El Descamisado. Buenos Aires, Año I, Nº 30, Diciembre de 1973. Pág. 13).
Ahorita
Empecemos por Ar Zinc S.A. (Ex Sulfacid S.A.I.F. y C): una em­presa dedicada a la elaboración de productos básicos industriales, pio­nera en Argentina, en el mercado del “Zinc Electrolítico” y del “Ácido Sulfúrico”.
En el documento mencionado (El Descamisado, diciembre 1973) po­dremos hallar que esta empresa Ex Sulfacid tenía por Director a quien era el presidente de Compañía Minera Aguilar S.A., el Sr. Roberts, y como presidente a Wing L. Lew que a su vez era Vicepresidente de Minera Aguilar. Todo en familia.
A fines del año 1995, se incorpora totalmente al Grupo Minera S.A., al que también pertenece Cia. Minera Aguilar S.A., productora de concentrados de zinc, plomo y plata. A partir de julio de 2005, Ar Zinc S.A. se incorpora al Grupo Glencore International AG, líder mundial en el comercio de metales básicos y con participación inter­nacional en operaciones mineras y metalúrgicas.
Glencore International AG es una compañía privada con casa cen­tral establecida en Baar, Suiza, con presencia global sobre 60 oficinas en más de 50 países. En sus operaciones industriales, emplea directa o indirectamente más de 60.000 personas en 19 plantas en 12 países.
La operación del Grupo Glencore International AG en Argentina, en el área de metales y minerales, la conforman Ar Zinc S.A. junto a Compañia Minera Aguilar S.A., con el yacimiento minero ubicado en El Aguilar, al noroeste de la provincia de Jujuy y la refinería de plomo y plata ubicada en Palpalá, al sudeste de la misma provincia.
Con el transcurso del tiempo, la empresa fue realizando reformas y ampliaciones, lo que le permitió incrementar su producción hasta llegar a su capacidad instalada actual, con producciones mensuales de: 3.500 toneladas de lingotes de zinc, 6.000 toneladas de ácido sul­fúrico y 6 toneladas de cadmio metálico.
Entre tantos nombres de empresas, la madre es una sola: Glencore.
Veamos su... Génesis Hollywoodense.
La compañía la fundó Marc Rich, quizás el comerciante de materias primas más conocido del mundo. Había sido acusado formalmente en EE.UU. de evasión fiscal y de alcanzar acuerdos petroleros con Irán ilegalmente, en momentos en que diplomáticos estadounidenses, supuestamente, estaban como rehenes en Irán, a finales de los años 70 y principios de los 80. Rich, que había fundado Marc Rich and Co en 1974, estaba en Suiza cuando fue acusado y no regresó a Estados Unidos. Durante muchos años estuvo en la lista de las diez personas más buscadas por el FBI. Rich se enriqueció no sólo comprándole pe­tróleo a Irán y vendiéndoselo a su enemigo acérrimo, Israel, sino que todas las partes lo sabían. En 1994, Rich se vio obligado a venderle la compañía al ex comerciante de metales alemán Willy Strothotte, que cambió su nombre por Glencore. Bill Clinton, al final de su mandato como presidente, borró las causas contra Rich.
Hoy, Glencore, es el mayor negociante y especulador de materias primas en el mundo, va desde el negocio de la alimentación, al nego­cio de los hidrocarburos y de los minerales. En el año 2.010 su fac­turación llego a la módica suma de USD 145.000 millones, un 36% más que en el año 2.009. Su beneficio neto mejoró un 41%, lo cual implica la suma de USD 3.800 millones.
Sombras de la China.
Las autoridades antimonopolio de China eliminaron un último obstáculo para que se concrete la oferta de 30.000 millones de dólares de Glencore por la minera Xstrata.
Xstrata y Glencore, dos compañías con sede en Suiza, se fusionaron el 1° de mayo.
Se convirtieron así en el cuarto productor de cobre a nivel global, con un volumen de negocio potencial de 220.000 millones de dóla­res, 86.000 millones de dólares en capitalización bursátil, y 130.000 empleados en el mundo. Glencore Xstrata opera 33 países, 101 minas en producción, 50 plantas siderúrgicas, oficinas en 40 países. Es el primer productor de zinc, mayor exportador de carbón y aspira a li­derar el negocio del cobre a nivel mundial.
Glencore acordó con China compromisos de ocho años que inclu­yen la entrega de cantidades de cobre, zinc y plomo. “Esto claramente se convierte en una adquisición y no en una fusión. Todos sabíamos (que el presidente ejecutivo de Glencore) Iván Glasenberg iba a estar al mando, solo era cuestión de tiempo”, dijo Largey de Nomura desde la China.

Combatiendo al capital
El llamado “Dios de las materias primas” ha sido increpado por mo­lestos demonios antimonopolios acusándolo de evasión fiscal, corrup­ción y delitos contra el medio ambiente. Son todas mentiras afirma la santa compañía. Glencore comercia materias primas de muchos paí­ses del mundo -desde petróleo, hasta trigo y papel- y opera en países latinoamericanos como la Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Perú. Demos una vuelta por nuestra américa.
En Colombia, al carbón
Según un informe especial de Reuters, publicado en febrero de 2013, “la enorme operación de carbón de Glencore en Colombia, Prodeco, fue multada con un total de casi US$ 700.000 en 2009 por varias violacio­nes medioambientales, incluida la eliminación de residuos sin un permi­so y la producción de carbón sin un plan de gestión ambiental”.
En Bolivia no, pero sí
En Bolivia, el Estado se oponía firmemente a Glencore en el 2007, y amenazó con suspender las primeras relaciones comerciales que sur­gieron en el 2010. Pero hoy, año 2013, la empresa suiza Glencore se asoció a la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) para explotar plomo y zinc de dos minas bolivianas en un contrato asocia­do. Glencore, que ya explotaba los dos yacimientos por un contrato de riesgo compartido y el segundo por arrendamiento por medio de su empresa Sinchi Wayra, ahora lo hace con el nombre de Illapa y por primera vez migra a un contrato asociado. Este es por 15 años prorrogables y tendrá un ingreso de 55% para Comibol y 45% para la empresa privada. Las dos minas son: Porco en la región de Potosí y Bolívar en el departamento de Oruro, ambas al sur de La Paz.
En Ecuador casi, pero también
Un analista del sector petrolero ecuatoriano, Fernando Villavicencio, informaba que el gobierno de Rafael Correa ha tratado de reducir el papel que desempeñan los intermediarios como Glencore con la em­presa estatal Petroecuador.
“Glencore no ha sido transparente en sus negocios en Ecuador”, dijo, según el informe de Reuters, titulado “La mayor compañía de la que usted nunca ha oído hablar”.
En Argentina, de diez
En Argentina, Glencore es propietaria de Oleaginosa Moreno en la provincia de Buenos Aires (Daireaux, Gral. Villegas, y Necochea), con almacenes y finales portuarias en Bahía Blanca y Quequén. En Santa Fé, es propietaria de decena de miles de hectáreas, y plantas de crushing para la soja, y para la producción de biocombustible.
El 3 de junio de 2013, el Secretario de Minería del Ministerio de Planificación del Gobierno de la República Argentina, Jorge Mayoral, se reunió con Iván Glasenberg, CEO global y máximo responsable de, Glencore Xstrata International. A la cita no faltó el embajador argentino en Suiza, Antonio Trombetta, y café por medio analizaron como van las cosas en los proyectos en producción que desarrolla en Argentina, como Alumbrera en Catamarca y Aguilar en Jujuy; y los nuevos emprendimientos en desarrollo, como Agua Rica en Catamarca y Pachón en San Juan. Charla aparte fue la cuestión de la minera brasileña “Vale” que anda amagando con salirse del proyecto Potasio Río Colorado, y por lo cual el gobierno nacional anda bus­cando una empresa grande para que invierta. Otro café.
***

Los obreros sobrevivientes de aquellos años de lucha sindical.
Los familiares, amigos y vecinos de los más de 130 desaparecidos en Jujuy.
Las familias de los 4 obreros muertos en el 2012.
Los alumnos de la Escuela de El Aguilar, que festejaban los 200 años de la minería.
Los vecinos que denunciaron a la compañía por contaminación. El Fiscal.
Nosotros...
¿Llegamos a percatarnos de las bifurcaciones del poder que como carnívoras del capital se expanden desde la Puna de Atacama has­ta China o Suiza y recorren el planeta dominándolo a su antojo y comprando los destinos de la vida, con el dinero generado por los trabajadores, en este injusto sistema mundial en el que se hunde la humanidad?
Conocer y conocernos en nuestra historia y andar subvirtiéndolo todo en la búsqueda de esa maravilla que es la verdad.
La historia es un arma y el certero disparo le corresponde, por justi­cia, a la clase de los explotados.
Desde El Bohío,
9 de julio de 2013
Marcelo Cafiso
Editor
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario