Rebeliones Mineras. Nota editorial por Marcelo Cafiso
“La falsa historia es el origen de la falsa política.”
Juan Bautista Alberdi (Escritos Póstumos, vol. V, 95)
Este libro es la huella de una lucha en la mina El Aguilar,
de un pueblo, de un sindicato, de la rebelión de muchos hombres y mujeres que
le dijeron no a la injusticia cotidiana, no a la indignidad que es antagónica a
la existencia humana.
Recorreremos esas huellas impregnadas por el
caminar de los obreros, los explotados, los hombres y mujeres de la clase
trabajadora. Esas huellas que deberían ser imborrables al paso del tiempo y de
los borradores historiadores del poder que todo lo inclina, como el viento al
torcer los árboles hacia el lado que sopla con más fuerza y frecuencia.
Esas huellas son
descubiertas por los incansables husmeadores de otra realidad que provoca
desajustes en los establecidos asientos de la sociedad mercantil, molestos
archivadores que desarchivan viejos papeles de polvo y memoria, silenciosos
gritadores que con pruebas en mano se presentan al juzgado que la realidad les
depara, para clamar que aquí, en las propias narices de todos, hay otra
historia para cambiar la presente y futura. Entre ellos, la autora, quien
emerge nuevamente como investigadora en este nuevo libro de nuestra
editorial.
Sin retóricas que adornen nada de lo
escarbado debajo de las piedras removidas, nos enorgullece decir que los
resultados y consecuencias primarias de este libro, se ven laureados con lo que
hemos denominado: “A manera de epílogo. Efectos de la investigación. Anexo.”*
Esas huellas de las que hablamos al
principio, huellas de rebeldías primitivas, huellas de zinc, de plomo, de oro y
plata, huellas de sangre y polvo jujeño, hoy quedan grabadas en estas páginas,
incomodando a algunos, entre ellos los responsables procesados, por el aporte
del manuscrito original que ha sido: “incorporado formalmente como prueba y
reservado en Secretaría, trabajo en borrador titulado Investigación histórica:
La lucha del Sindicato Obrero Mina Aguilar – Avelino Bazán
detenido-desaparecido, escrito por Delia Maisel”.**
Los párrafos del fallo judicial sobre la Mina
el Aguilar, emitido por el Poder Judicial de la Nación en San Salvador de Jujuy
el 12 de junio de 2013, referidos al texto que hoy tienen en sus manos, podrán
hallarlos en el anexo final, así como también la dirección URL para
acceder al fallo completo. Anhelamos que sea el puntapié de una esperada
condena a los actores civiles y de fuerzas represivas del Estado, que actuaron
tanto en período de democracia como en la última dictadura cívico-militar.
***
“Mientras existan las clases, la lucha entre estas es inevitable”
Lenin.
En el prólogo nos habla un cura de la puna
jujeña que da a conocer a los jóvenes de los colegios la realidad de los
mineros y que los alumnos denuncian por subversivo. Un hombre que vivirá la
detención, la cárcel y el exilio para luego regresar, en democracia, y
continuar la
lucha. Jesús Olmedo, es el hombre que prologa esta obra.
* Ver página 239.
** Ese era el nombre
provisorio del borrador, ahora libro titulado: “Rebeliones mineras. Lucha
sindical en Mina Aguilar. Jujuy”. Nuestra América Editorial, julio 2013.
La autora, con una meritoria paciencia,
aguardó durante los largos años de investigación a que se abrieran los
archivos del Sindicato Obrero de Mina Aguilar en el 2012, luego que le fueran
negados en incontables oportunidades. Y aquí es donde nos preguntamos ¿por qué
recién ahora luego de más de treinta años se abren algunos archivos?, ¿Por qué
siguen permaneciendo tantas puertas con cerrojos que nadie quiere abrir hasta
que llega ese momento de presión ineludible y a regañadientes las abren?, ¿Por
qué los funcionarios nacionales, provinciales, locales – tanto gobiernos como
Iglesias – teniendo el poder institucional que ejercen para otros menesteres
son, a veces, cómplices del silencio con su inaptitud para acelerar los
procesos de apertura de archivos de los cuales el pueblo es verdadero dueño y
destinatario?, ¿Hasta cuándo habrá que aguardar para que se rasguen las
vestiduras de pacatos funcionarios, o prelados cómplices, que miran el techo
desde su cómodo lecho de muebles burgueses y ordenen la inmediata revelación de
todos los secretos guardados en miles de documentos, secretos de alcoba o
confesionario?
La autora esperó y esperó, mientras hurgaba y
alimentaba esa paciencia que la condujo a hallar una de las tantas puertas
entreabiertas, que han permitido arrojar algunas luces, en estos últimos años
de democracia, y logró enriquecer su investigación de un lustro para que
naciera este contundente libro de la historia de lucha de los mineros rebeldes
de la provincia de Jujuy.
El pormenorizado trabajo de investigación de
Delia Maisel, nos lleva a recorrer cada una de las leyes, reclamos,
paritarias, aumentos y quitas a la clase trabajadora en la mina El Aguilar en
forma detallada a través de los distintos períodos de conflicto en cada año en
el que transcurre y se desarrolla la historia aquí narrada y documentada.
Compañía Minera Aguilar S.A. en 1938 tenía
los depósitos de plomo y zinc más importantes de América Latina. Sus dueños,
el Grupo Morgan, a través de correveidiles empresas manejaban su explotación.
La gendarmería nacional
y la policía provincial custodiaban a los dueños y los intereses de la empresa.
Esta misma historia se repite en otros
escenarios y momentos de nuestro país y la hemos compartido, con ustedes
lectores, en otros libros nuestros como “Memorias del apagón” (Ingenio
Ledesma), “El sexo del azúcar” (Memorias de Santa Ana - Ingenio azucarero) y
“Lo que son los yerbales” (plantaciones de yerba mate).
Mineros, yerbateros, zafreros. ¿Cuál es la
diferencia? Las zonas, el producto a explotar, los nombres de las empresas,
pero el fin es el mismo: alquilar personas al más bajo costo con el mísero
dinero a cambio de la vida del que trabaja para producir más riqueza para los
ricos. Hay un bello poema de José Martí en los Versos Sencillos que suena como
música del dolor y la rabia:
¡Penas! ¿Quién osa decir
Que tengo yo penas?
Luego,
Después del rayo, y del
fuego,
Tendré tiempo de sufrir.
Yo sé de un pesar
profundo
Entre las penas sin
nombres:
¡La esclavitud de los
hombres
Es la gran pena del
mundo!
Pena en la mina. Vida penosa en
las corridas (casuchas de mineros), con un hospital público deficiente y
discriminador entre pacientes de familia de patrones o de obreros.
Vida en la que sólo se trabaja, como recuerda
el obrero Gaspar Campos: “Simplemente era trabajar, trabajar y trabajar
arañando en las entrañas de la tierra y en las profundidades de los socavones
siguiendo la veta del mineral briosa y plateada a la luz de las lámparas y en
el confín de la oscuridad donde el ruido de la máquina rompía el silencio
solitario”.
La silicosis compañera
hasta la muerte, pérdida de la vista, artritis, reumatismo… sordos por
perforar, ciegos por no ver, muertos en vida, y jóvenes.
Uno de esos jóvenes muchachos trabajadores,
con 28 años y sin experiencia alguna en cuestiones de sindicalismo, es elegido
secretario general del sindicato de mineros de la Mina Aguilar. Avelino
Bazán. Y allí comienza otra historia, junto al nuevo representante legal, abogado,
Guillermo Snopek, quien se comprometerá a luchar junto a los obreros por los
justos reclamos.
Las fotos de la época, testimonio gráfico,
que aporta la autora, exhiben la miseria en la que vivían, y a pesar de ello
los obreros esbozan una sonrisa al abrazar a sus hijos, numerosos por familia,
porque eran la más preciada alegría que los mantenía de pie.
Recortes de periódicos, datos de los
decretos, actas del sindicato, documentos desclasificados, innumerables
pruebas que avalan el relato de este libro, más testimonios directos de los
protagonistas de aquella época que recuerdan con detalle los hechos, más el libro memoria y
autobiografía de Avelino Bazán, junto a telegramas y cartas respaldan el relato
de esta investigación.
Paros, huelgas, marchas y contramarchas,
muerte de un obrero baleado por la Gendarmería y muchos heridos. El
Aguilarazo.
Mujeres luchadoras junto a sus compañeros,
cárcel en Jujuy, traslados, Unidad 9 de La Plata, empresa al servicio de la
represión, torturas, y desaparición forzada de personas. Huellas, borradas y
encontradas.
En tiempos de democracia y en dictadura los
obreros sufrieron el peso de la injusticia del poder opresor.
Esta es la historia de esa lucha.
No es la intención de esta nota resumir el libro, tampoco sería posible,
porque cercenaríamos un extraordinario trabajo de investigación, memoria,
clamor de verdad y justicia a través de lo aquí expuesto por la autora.
Por lo tanto nos
quedamos en estas breves líneas y los invitamos a que lo lean y den a conocer,
compartiéndolo con otros para que nuestra historia vuelva a las manos de los
oprimidos escrita por quienes la forjaron y no por quienes la escribieron con
mentiras y sangre de trabajadores.
Acerca del video
documental “Mineritas” que acompaña esta edición
El trabajo realizado por Leticia Orieta y
Delia Maisel nos acerca la palabra viva, el testimonio de la memoria de las
propias trabajadoras explotadas en la zona minera.
Estas recientes entrevistas a las mujeres que
sobrevivieron a la mina contienen un alto valor de ejemplo, como dijera el
también entrevistado Arédez hijo, que en una frase define lo que representan,
para siempre, estas luchadoras: “Han sembrado huella con dignidad”.
Mujeres trabajadoras “desde las cuatro de
la madrugada hasta las seis de la tarde”, ternuras de mujeres que al tener
sed “orinaban en sus manos y tomaban, tenían hambre y comían pasto”,
voces femeninas, caricia de susurro tranquilo de las alturas y grito de combate
que recuerdan que aquel seis de noviembre de 1973 “en El Aguilarazo fuimos
más mujeres que hombres”, torbellinos de largos cabellos que impulsaron a
los hombres a la huelga de 28 días más 5 de marcha, bellas flores de la puna
que recuerdan que “los gendarmes agredieron primero, nosotros veníamos con
calma”, madres de los hijos del amor y la pobreza que hoy luego de casi
cuarenta años de los hechos ratifican con firmeza: “apoyo esta lucha porque
se haga justicia, porque ha sido un buen dirigente” (refiriéndose a Avelino
Bazán y su desaparición, así como también a la del recordado médico Luis
Arédez).
Paridoras de la
historia, ejemplo de dignidad y memoria viva de lucha contra los opresores.
Mina El Aguilar, como
ayer.
¿Fuerzas productivas o destructivas? O
¿Fuerzas productivas destructivas?
Cambian las formas, mas no la esencia.
“En plena Puna de
Atacama, al pie del cerro El Aguilar a 5.000 metros de altura
sobre el nivel del mar, en la enrarecida atmósfera del altiplano: el frío y la
baja concentración de oxígeno someten allí al hombre a extremas condiciones de
supervivencia” (fragmento de testimonio del libro Rebeliones Mineras).
Al precipicio van los
trabajadores, no los empresarios
Cuatro hombres dejaron sus huesos
desparramados en cercanías de los yacimientos de la mina el pasado año 2012. No
los mató Gendarmería, ni se desplomó el socavón sobre sus cuerpos. La realidad
cambia.
10 de mayo de 2012. Reclamos, pedido de
justicia.
Integrantes de la Asociación Obrera
Minera Argentina (AOMA), solicitaron al Ministerio
de Trabajo se les garantice sus derechos y pidieron justicia por los
cuatro compañeros fallecidos en un accidente el 15 de abril del 2012, cuando la
camioneta cayó a un precipicio, a siete kilómetros de la localidad El Aguilar.
En esa ocasión afirmaron: “Se hace notorio, se hace evidente que lo que
prima aquí es la producción más que la seguridad. No es por casualidad que hayan pasado
estos accidentes”, “Las empresas contratistas son empresas chicas que tienen
un sistema en forma precaria y se descuida todo los estándares de seguridad”,
“La tercerización para nosotros es netamente deficiente en Mina El Aguilar y
esto es lo que provoca mayor descuido en cuanto a la seguridad”.
De fiesta y educando al soberano
El 7 de mayo de 2013 se conmemoró en el
Aguilar el Bicentenario del Día de la Minería. Fue una jornada muy especial para todos
los trabajadores y habitantes de la localidad. La iniciativa y organización estuvo a
cargo de la Escuela de Educación Técnica Nº 1, cuyo director es el profesor
Hugo Raúl Muñoz, con la colaboración de Cia. Minera Aguilar S.A. Participaron
importantes autoridades de la provincia de Jujuy como ser el ministro de
producción Ing. Gabriel Romanosky y el director de escuelas técnicas Ing. David
Junco, más autoridades municipales de la localidad y de la empresa.
De esta manera y gracias al esfuerzo de
directivos, profesores y alumnos como así también al constante y valorable
apoyo que nos brinda Cia. Minera Aguilar, seguimos con el deber de formar
profesionales aptos para mantener el prestigio de la actividad minera como una
fuerza laboral pujante, responsable, sustentable y digna para el bien de la
humanidad. (Diario el Tribuno de Jujuy, 8 de mayo de 2013).
Penal. Un fiscal y los
vecinos del Aguilar
“Los valores de plomo, zinc y cadmio que
llegan por el dique de colas al río Grande se encuentran por encima de los
límites permitidos y la propia empresa reconoce que dicho impacto es
permanente, irreversible y severo. Con respecto a la afectación del suelo, la propia
compañía Mina Aguilar reconoce en su informe que la misma es permanente,
irreversible, irrecuperable y crítica en la zona del dique de colas”.
Decía el Fiscal Gómez, de la Unidad Fiscal de
Investigación de Delitos Ambientales, luego de presentar en la Fiscalía Federal
de Jujuy su dictamen a raíz de que en noviembre del 2007, los vecinos denunciaron
a la empresa.
Quién es quién en el
Neocolonialismo
Universalizar el mercado es el sistema social
imperante en nuestros tiempos, pero no por actual es novedoso, ya que se
arrastra como reptil desde su historia naciente y llega a nuestros días con
epítetos seductores pero su nombre sigue siendo: capitalismo.
Ayer nomás
La Compañía Minera
Aguilar S.A. inició actividades
en 1927. En pocos años se convirtió en la mayor productora, en Argentina, de
plomo y mineral de zinc, controlando el 80% de la producción de ambos metales.
Subsidiaria del consorcio de EE.UU. The Joseph Lead Corp. de Nueva York,
principal productor de plomo, dominado por el grupo Morgan.
Para no duplicar la información de aquellos
años, los datos del directorio de la Compañía Minera Aguilar
S.A., así como también la vinculación de sus integrantes con distintas empresas
argentinas como Alpargatas S.A., Cristalerías Rigolleau S.A., y muchas otras,
se encuentra detallado con minuciosidad y acompaña esta edición en el documento
de referencia aportado por Delia Maisel (Para entender mejor al
imperialismo. ¿Quiénes explotan a los mineros del Aguilar? En: El Descamisado.
Buenos Aires, Año I, Nº 30, Diciembre de 1973. Pág. 13).
Ahorita
Empecemos por Ar Zinc S.A. (Ex Sulfacid
S.A.I.F. y C): una empresa dedicada a la elaboración de productos básicos
industriales, pionera en Argentina, en el mercado del “Zinc Electrolítico” y
del “Ácido Sulfúrico”.
En el documento mencionado (El
Descamisado, diciembre 1973) podremos hallar que esta empresa Ex
Sulfacid tenía por Director a quien era el presidente de Compañía Minera
Aguilar S.A., el Sr. Roberts, y como presidente a Wing L. Lew que a su vez era
Vicepresidente de Minera Aguilar. Todo en familia.
A fines del año 1995, se incorpora totalmente
al Grupo Minera S.A., al que también pertenece Cia. Minera Aguilar
S.A., productora de concentrados de zinc, plomo y plata. A partir de julio
de 2005, Ar Zinc S.A. se incorpora al Grupo Glencore International AG,
líder mundial en el comercio de metales básicos y con participación internacional
en operaciones mineras y metalúrgicas.
Glencore International AG es una compañía privada con casa central
establecida en Baar, Suiza, con presencia global sobre 60 oficinas en más de 50
países. En sus operaciones industriales, emplea directa o indirectamente más de
60.000 personas en 19 plantas en 12 países.
La operación del Grupo
Glencore International AG en Argentina, en el área de metales y minerales, la conforman Ar Zinc
S.A. junto a Compañia Minera Aguilar S.A., con el yacimiento minero
ubicado en El Aguilar, al noroeste de la provincia de Jujuy y la refinería de
plomo y plata ubicada en Palpalá, al sudeste de la misma provincia.
Con el transcurso del tiempo, la empresa fue
realizando reformas y ampliaciones, lo que le permitió incrementar su
producción hasta llegar a su capacidad instalada actual, con producciones
mensuales de: 3.500 toneladas de lingotes de zinc, 6.000 toneladas de ácido sulfúrico
y 6 toneladas de cadmio metálico.
Entre tantos nombres de empresas, la madre
es una sola: Glencore.
Veamos su... Génesis Hollywoodense.
La compañía la fundó Marc Rich,
quizás el comerciante de materias primas más conocido del mundo. Había sido
acusado formalmente en EE.UU. de evasión fiscal y de alcanzar acuerdos
petroleros con Irán ilegalmente, en momentos en que diplomáticos
estadounidenses, supuestamente, estaban como rehenes en Irán, a finales de los
años 70 y principios de los 80. Rich, que había fundado Marc Rich and Co en
1974, estaba en Suiza cuando fue acusado y no regresó a Estados Unidos. Durante
muchos años estuvo en la lista de las diez personas más buscadas por el FBI.
Rich se enriqueció no sólo comprándole petróleo a Irán y vendiéndoselo a su
enemigo acérrimo, Israel, sino que todas las partes lo sabían. En 1994, Rich se
vio obligado a venderle la compañía al ex comerciante de metales alemán Willy
Strothotte, que cambió su nombre por Glencore. Bill Clinton, al final de su
mandato como presidente, borró las causas contra Rich.
Hoy, Glencore, es el mayor negociante y
especulador de materias primas en el mundo, va desde el negocio de la
alimentación, al negocio de los hidrocarburos y de los minerales. En el año 2.010
su facturación llego a la módica suma de USD 145.000 millones, un 36% más que
en el año 2.009. Su beneficio neto mejoró un 41%, lo cual implica la suma de
USD 3.800 millones.
Sombras de la China.
Las autoridades antimonopolio de China
eliminaron un último obstáculo para que se concrete la oferta de 30.000
millones de dólares de Glencore por la minera Xstrata.
Xstrata y Glencore, dos compañías con sede en
Suiza, se fusionaron el 1° de mayo.
Se convirtieron así en el cuarto productor de
cobre a nivel global, con un volumen de negocio potencial de 220.000 millones
de dólares, 86.000 millones de dólares en capitalización bursátil, y 130.000 empleados
en el mundo. Glencore Xstrata opera 33 países, 101 minas en producción, 50
plantas siderúrgicas, oficinas en 40 países. Es el primer productor de zinc,
mayor exportador de carbón y aspira a liderar el negocio del cobre a nivel
mundial.
Glencore acordó con
China compromisos de ocho años que incluyen la entrega de cantidades de cobre,
zinc y plomo. “Esto claramente se convierte en una adquisición y no en una
fusión. Todos sabíamos (que el presidente ejecutivo de Glencore) Iván
Glasenberg iba a estar al mando, solo era cuestión de tiempo”, dijo Largey
de Nomura desde la China.
Combatiendo al capital
El llamado “Dios de las materias primas” ha
sido increpado por molestos demonios antimonopolios acusándolo de evasión
fiscal, corrupción y delitos contra el medio ambiente. Son todas mentiras
afirma la santa compañía. Glencore comercia materias primas de muchos países
del mundo -desde petróleo, hasta trigo y papel- y opera en países
latinoamericanos como la Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Perú. Demos
una vuelta por nuestra américa.
En Colombia, al carbón
Según un informe especial de Reuters, publicado
en febrero de 2013, “la enorme operación de carbón de Glencore en Colombia,
Prodeco, fue multada con un total de casi US$ 700.000 en 2009 por varias
violaciones medioambientales, incluida la eliminación de residuos sin un permiso
y la producción de carbón sin un plan de gestión ambiental”.
En Bolivia no, pero sí
En Bolivia, el Estado se oponía firmemente a
Glencore en el 2007, y amenazó con suspender las primeras relaciones
comerciales que surgieron en el 2010. Pero hoy, año 2013, la empresa suiza Glencore
se asoció a la
estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) para explotar
plomo y zinc de dos minas bolivianas en un contrato asociado. Glencore, que ya
explotaba los dos yacimientos por un contrato de riesgo compartido y el segundo
por arrendamiento por medio de su empresa Sinchi Wayra, ahora lo hace con el
nombre de Illapa y por primera vez migra a un contrato asociado. Este es por 15
años prorrogables y tendrá un ingreso de 55% para Comibol y 45% para la empresa
privada. Las dos minas son: Porco en la región de Potosí y Bolívar en el
departamento de Oruro, ambas al sur de La Paz.
En Ecuador casi, pero
también
Un analista del sector petrolero ecuatoriano,
Fernando Villavicencio, informaba que el gobierno de Rafael Correa ha tratado
de reducir el papel que desempeñan los intermediarios como Glencore con la empresa
estatal Petroecuador.
“Glencore no ha sido transparente en sus
negocios en Ecuador”, dijo, según el informe
de Reuters, titulado “La mayor compañía de la que usted nunca ha oído hablar”.
En Argentina, de diez
En Argentina, Glencore es propietaria de
Oleaginosa Moreno en la provincia de Buenos Aires (Daireaux, Gral. Villegas, y
Necochea), con almacenes y finales portuarias en Bahía Blanca y Quequén. En
Santa Fé, es propietaria de decena de miles de hectáreas, y plantas de crushing
para la soja, y para la producción de biocombustible.
El 3 de junio de 2013,
el Secretario de Minería del Ministerio de Planificación del Gobierno de la República Argentina,
Jorge Mayoral, se reunió con Iván Glasenberg, CEO global y máximo responsable
de, Glencore Xstrata International. A la cita no faltó el embajador
argentino en Suiza, Antonio Trombetta, y café por medio analizaron como van las
cosas en los proyectos en producción que desarrolla en Argentina, como
Alumbrera en Catamarca y Aguilar en Jujuy; y los nuevos emprendimientos
en desarrollo, como Agua Rica en Catamarca y Pachón en San Juan. Charla aparte
fue la cuestión de la minera brasileña “Vale” que anda amagando con salirse del
proyecto Potasio Río Colorado, y por lo cual el gobierno nacional anda buscando
una empresa grande para que invierta. Otro café.
***
Los obreros sobrevivientes de aquellos años
de lucha sindical.
Los familiares, amigos y vecinos de los más
de 130 desaparecidos en Jujuy.
Las familias de los 4 obreros muertos en el
2012.
Los alumnos de la Escuela de El Aguilar, que
festejaban los 200 años de la minería.
Los vecinos que denunciaron a la compañía por
contaminación. El Fiscal.
Nosotros...
¿Llegamos a percatarnos de las bifurcaciones
del poder que como carnívoras del capital se expanden desde la Puna de Atacama
hasta China o Suiza y recorren el planeta dominándolo a su antojo y comprando
los destinos de la vida, con el dinero generado por los trabajadores, en este
injusto sistema mundial en el que se hunde la humanidad?
Conocer y conocernos en nuestra historia y
andar subvirtiéndolo todo en la búsqueda de esa maravilla que es la verdad.
La historia es un arma y el certero disparo
le corresponde, por justicia, a la clase de los explotados.
Desde El Bohío,
9 de julio de 2013
Marcelo
Cafiso
Editor
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