sábado, 15 de diciembre de 2012

Limada


Tú todo lo puedes
lo alumbras
y oscureces
enfrentas a los demonios
y ángeles de moños
que en el fondo se parecen.

Vas hacia la montaña
o la traes a tu universo
sacas agua de las piedras
haces llover miserias
siembras cardos con flores
y evitas mostrar dolores
porque pintas de colores
las tristezas de este mundo
ahogándote en lo profundo
de tu infinito solaz.

Pero al final del camino
sin otro marcado destino
del que cargas en tu espalda
cual yugo de tanta alabanza
te doblas nomás un poquito
y así como despacito
decís que un poco cansada
que viene bien un remanso
que es necesario el descanso
y caes rendida en la almohada
cruel y dulce verdad
de tu sombría soledad.

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