Domingo gris la heladera se abre
y está gris también su interior
botellas lecheras con agua
afuera llueve calor
humedad tristezas acaso
deambulan los cielos grasos
¿alegrías prisioneras
de las nubes carceleras?
Vengo de donde me fui
vuelvo a donde soy
sin dejar de ser
abro el freezer
y un culo de botella plástica
me saluda sonriente
sin dejar de ser
también
el recipiente
de alegría incipiente
Sonrío me sonríe
un caldo natural
cual témpano de hielo
saludo en el desvelo
el canto ancestral
de la madre que entregó
-éste caldo es para vos-
para cuando nada tengas
Pero si tengo todo
que más puedo pedir
las flores el amor el sufrir
el encanto de los cantos
de las aves al vivir
el gorjeo claro del viento
y el más dulce fermento
de mujer en su pobreza
que entrega con sutileza
la porción de su existir
No es la miseria el destino
ni la pobreza virtud
es cruel y triste camino
de los hombres y mujeres
que hacen de piedras pan
de agua el más rico vino
y al inventar alegrías van
en el andar cotidiano
de un camino solidario
abrazando a esos nuestros
sueños aún irredentos
No conocí en la riqueza
de las aguas más lujosas
ni en apacibles doncellas
de solidez burguesa
en su entrega y destreza
de intelectual bien fogosa
el más preciado tesoro
que oculto en antigua fosa
la vida sencilla ofrece
en el gesto más hermoso
al derribar los muros
del egoísmo anquiloso
y la pérdida de un yo
para ser nosotros
en otros
y en otros
ser el amor.
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