jueves, 9 de agosto de 2012

La densa pleamar humana.



Visibles en la densa pleamar humana.

Vivimos en un caos semi-oculto y ocultos.

Cuatro días de exhibición por emersión.

Tensión.

Largas caminatas, corridas, el malhumor que desbarranca en puteadas y peleas (golpes a los que no abren puertas, a los que se suben antes, a los que empujan...a los que...) y robos de ocasión en las interminables filas de doblados seres que aguardan horas el bondi o la combi, es la postal de lo que sucede cuando se sale a la luz, se hace visible, todo.
Ese millón de personas vive=viaja bajo la tierra para luego subir=vivir en los cientos de edificios de la gran ciudad. Allí están siempre, dejan el adentro para ir abajo y luego arriba, para más tarde volver abajo y adentro al llegar a su destino. Ahora se han tropezado con los otros millones que habitualmente transitan en un caos acostumbrado.

El volcán hizo erupción y la lava es humana.

Se ven los rostros cansinos y aturdidos de los trabajadores que viajan horas y horas para alquilar su fuerza de trabajo en esta planificada fase global del capitalismo, aunque se vista de seda.

Todo se consume, hasta la ternura.

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