Dormir
Se
nos vencen las fuerzas, las frágiles condiciones físicas llegan a su
límite, hay que hallar en ese reparo horizontal la recarga de energías
perdidas en el transcurso de las horas que nos lo permiten los
andamiajes de nuestra propia construcción. Dormimos. Ingresamos en ese
desconocido e inquietante espacio de un tiempo que no es nuestro hasta
el instante en que nuevamente levantamos nuestras pesadas ventanas
oculares y nos encontramos de cara a la luz con nosotros mismos y el
ayer de un pasado agotado cuando emprendimos el descanso. El dormir es
pasado. El presente estar despiertos.
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