Hilos de agua fresca
vertiente cristalina
que arremete saltarina
entre las piedras de fiesta.
Orquesta vasta y diversa
entre cascadas y saltos
rostros gastados, y altos
troncos viejos de piel tersa.
Baja jugando y vuela
un colibrí enamorado
de la flor que a un costado
creció a la luz de una estela.
Si a veces en los saltitos
parece que juega y juega
sobre piedras a la rayuela
un manojo de arroyito.
Y salpican a los bordes
las gotas que abrazadas
van cuerpeando las bajadas
de los misterios que esconde.
Mas vuelve todo a su cauce
dándole forma otra vez
y el arroyo para un pez
es cuna bajo ese sauce.
Marcelo, desde El Bohío,
20/02/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario