sábado, 25 de febrero de 2012
SOY HIJO
Y volveré a ellos a perdurar en el tiempo
Hijo de la luna y el sol
Que busca en penumbra viejo farol
Hijo de nube mojándo de lluvia
Labios en lucha de mujer cual novia
Hijo de siembra y cosecha
juntándo esperanza a pedazos hecha
Hijo de espiga y de paja
abrazándo al otro que ama y trabaja
Hijo de hojas de hierba
Feliz en otoño o en primavera
Hijo del vientre que arde
De amor infinito de una dulce madre
Hijo de los tiempos viejos
De fusil en mano de sueños y espejos
Hijo de los nuevos tiempos
De cambios profundos en odres viejos
Hijo de antiguos muertos
que rebeldes vienen de pie sin lamento
Hijo de los brotes nuevos
De gritos unidos de ovarios y huevos
Hijo de un sueño sencillo y profundo
Transformar con lucha y amor
Este nuestro mundo.
Marcelo desde El Bohio
jueves, 23 de febrero de 2012
TOMA
EL CIELO
Y EL SUELO,
EL SUEÑO
EL ANHELO
y EL BELLO DESVELO
POR LA DIGNIDAD
***
martes, 21 de febrero de 2012
¿Y vos decías...
¿Y vos decías que no podías hacer poesía?,
Si los poemas más bellos los escribiste sobre mi cuerpo,
hasta que la tinta penetró en mi corazón
transformando por siempre el color de mis latidos.
Marcelo desde el Bohío.
21/02/2012
lunes, 20 de febrero de 2012
Cuna de vida
Hilos de agua fresca
vertiente cristalina
que arremete saltarina
entre las piedras de fiesta.
Orquesta vasta y diversa
entre cascadas y saltos
rostros gastados, y altos
troncos viejos de piel tersa.
Baja jugando y vuela
un colibrí enamorado
de la flor que a un costado
creció a la luz de una estela.
Si a veces en los saltitos
parece que juega y juega
sobre piedras a la rayuela
un manojo de arroyito.
Y salpican a los bordes
las gotas que abrazadas
van cuerpeando las bajadas
de los misterios que esconde.
Mas vuelve todo a su cauce
dándole forma otra vez
y el arroyo para un pez
es cuna bajo ese sauce.
Marcelo, desde El Bohío,
20/02/2012
Pequeña langosta
(Para Ailén, y todos los jóvenes
en sus primeros vuelos)
Como una langosta
que a veces vuela
de espiga en espiga
dorada o seca,
o que altiva salta
con sus poderosas, flexibles,
patitas de acero,
porque te has cansado
de tanto batir las alas
bajo tiempo de aguacero.
Vas estudiando el terreno
donde el fruto te espera,
ni paciente ni ansioso,
solo espera,
esa boca que lo engulla,
así andas por la vida
marcando el paso con bulla
bello y joven ser
que tanto anhelas,
desesperadamente,
crecer,
arriando las penas
que la manada del sistema
te suelta en la senda
que has de surcar.
Así como langosta
buscas con desespero
el sustento
y alimento
de tu libertad.
Marcelo, desde El Bohío,
20/02/2012
Asesinos financieros, oradores de consuelo.
Es la crisis financiera
un problema de mercado,
es una acción que se cae,
o una bolsa que se alza,
es la vida que no alcanza
al pobre que nos provee
del trabajo que mantiene
esta feroz maquinaria.
Somos los responsables
de estos pueblos sojuzgados
decidimos los caminos
y los pasos a seguir,
somos los presidentes,
diputados, senadores,
somos los hacedores
del destino de un país.
Ustedes voten hambreados
y sostengan los modelos
que nosotros lloraremos
en su tumba de soldados,
de soldados del mercado.
Marcelo, desde El Bohío,
20/02/2012
domingo, 19 de febrero de 2012
Cesa la lucha
Dejaremos de luchar
cuando cesen las causas que la originan.
Es nuestro mayor anhelo.
Pero si no cesan,
será nuestro mayor desvelo
luchar permanentemente
y erradicar su naciente.
Marcelo, desde El Bohío,
19/02/2012
jueves, 16 de febrero de 2012
En V O S O Y
En V O S O Y
Soy el grito ahogado
del río prisionero entre las rocas
parido en ancestrales vertientes
de las montañas vientres
de un tiempo que fue y ha llegado.
Soy la arqueozoica roca
desnuda y tendida en tu lecho
soy la caña y el helecho
a la orilla de los labios de tu boca.
Soy la oscura nube, cargada
de los tenues resplandores
vertedora insaciable de sabores
que llueve besos en cascada.
Soy la gota intrépida, ansiosa
que se funde irredenta en tus brazos
y estrecha el caudal de tu abrazo
en el cauce de tu piel hermosa
Soy el pájaro, la rosa
el pasto verde y el cardo
espina y fruto amargo,
el polen, y el picaflor
que se posa en el vientre rosa
hambriento de tu sabor.
Soy el cálido roce
que desde la vastedad del tiempo
viene en las alas del viento
a eternizar este goce.
Soy de insondables distancias
el rayo que alimenta
tu cuerpo cálido, a tientas
buscando frutal fragancia.
Soy esa voz muda
que busca encontrar las cuerdas
y en la curva de tus piernas
recita en diversas lenguas.
Soy el que necesita
de otro para ser canto
soy el viento que en su llanto
te envuelve en la tardecita.
Soy el hombre, soy la mujer
soy el amor, soy el ser
soy todo lo que he narrado
soy el grito enamorado
soñando en vos renacer.
Marcelo, desde un Bohío
temporal, en Merlo, San Luis.
16/02/2012