CABALLO O JINETE
Nada debilita más al hombre que las mentiras de la esperanza. Contundente, Manuel Scorza, exhibía ese invento de vana ilusión.
Otro mundo no es posible. El mundo es éste, y habrá que transformarlo para que la humanidad viva diferente dentro de él o perecer en el intento.
Vivímos tiempos donde todo se cuantifíca pensando que el número, las mayorías, la mayor cantidad, dan la razón. Otra sepulta ilusión.
Vivímos tiempos de intentos de contentar a todos dando un falso aire de pluralidad en nombre de la búsqueda de adeptos, de compradores, adherentes, votos o feligreses. Lo peor y más triste es el engaño que se ignora.
Tiempos de clisé, de egolatrías, de la voz de los que no tienen voz, de los que pretenden hablar por los de la boca muerta, los silenciados.
Tiempos de ensalzar, ensuciar, sepultar, discutir de personas y no de ideas.
Tiempos de falsas conciencias, de palabras y no de pensamientos. Vacíos que vacian.
Tiempos donde se le atribuye a la lengua una importancia superlativa dándole entidad de caballo del pensamiento.
Tiempos donde olvidamos que la lengua es el jinete del pensamiento y no su caballo, como reflexionó José Martí, y que la palabra es crear, inventar, y crear seres nuevos para inventar una nueva forma de vivir relacionándonos de manera diferente.
31.12.2018
Desde un bohío
a orillas del mar
Marcelo Cafiso
Desde un bohío
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Marcelo Cafiso