¿Voy bien con mis negocios editoriales con China?
Prontamente editaré al gran Mao.
Hace tres años que intercambiamos con los camaradas, nos vendemos mutuamente. Importación y exportación, que le dicen.
En el 2014 la balanza me dió un rojo (y yo orgulloso, aunque el
contador me dice déficit) de 5700 millones de dólares, les compré más de
lo que les vendí. Yo les pedí que no sean chantas, que la cosa fuera
equitativa, casi socialista, pero me sonríen y cabecean como muñeco de
auto.
Si sumo los tres años los
números me dan que les debo 17000 mil millones de dólares. Pensé que les
iba a vender más de lo que les compraba, pero estos chinos comunistas, camaradas,
me acomodaron de lo lindo, no son ningunos giles.
Comencé a tener
desbalanceo financiero, y rojos ((orgullo otra vez, pero mi contador
otra vez me pincha el "globo rojo" -buena peli-)) en el Banco y
antes que pedirles a los buitres de los yankis que nos garcan desde hace
rato o a los gurkas de la revolución industrial, o a los europeos que lo
hicieron hace mucho, les pedí unos mangos a los sobrinos de Zedong y me
dieron 2700 millones de Juanes o algo así (ponele dólares que pa mi
valen lo mismo). O sea que ya les debo unos 20 mil millones de dólares.
Ahora
voy por más, firmamos acuerdos editoriales por unos treinta y pico de
años, pero ellos dicen que también me van a poner una imprenta, y me van
a poner tinta, y yo sospecho que me van a poner, pero en fin, tengo que editar,
así que vamos palante con los tambores o los platillos o los palillos,
total que las deudas las garpen las tres flores y camilo, porque yo pienso
seguir editando, eso es lo importante.
¿Voy bien?
viernes, 6 de febrero de 2015
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