martes, 29 de diciembre de 2009

FERIA DEL LIBRO DE MAR DEL PLATA 2009 . Diciembre

“No es nuestro cometido elaborar un plan válido para todas las épocas que se sucederán; en consecuencia, aumenta nuestra obligación para con el presente: urge que hagamos una crítica despiadada de todo lo que existe, despiadada en el sentido de que nuestra crítica no ha de temer ni sus propios resultados ni el conflicto con los poderes estatuidos.” Carlos Marx.


Los menos...

Menos gente.
Menos expositores.
Menos ventas.
Menos actividades convocantes.
Menos nivel en las exposiciones de los 2 popes invitados, digamos casi migajas de su alto valor intelectual fueron arrojadas al público que –sin desbordar en absoluto- acudió con la esperanza de algo interesante.
Menos espacio con exposición de libros de editoriales y libreros. [el dueño del hotel usurpó, como buen español adinerado en Argentina y a costa de argentinos, parte de los lotes ya vendidos imponiendo una verdad indiscutible, el hotel es mío, mío y sólo mío, y hago lo que se me da la gana].El gallego lo hizo..
Menos aire [debía gastar menos para ganar más y argumentó la rotura del aire acondicionado y su imposible reparación] El gallego lo hizo
Menos puertas abiertas [dos puertas y sólo una hoja de ellas estaban abiertas para el ingreso al público] El gallego lo hizo.
Menos salidas de emergencia en caso de pánico o catástrofe [clausurada la puerta de emergencia que daba a la rampa hacia el mar porque se trabó una vez. Violación de las normas de seguridad de cualquier espacio para eventos] El gallego lo hizo.
Menos luz desde la apertura de la Feria. [las luces superiores se prendían dos horas después de comenzada la feria para ahorrar. Algunos stands disfrutaron de las penumbras permanentes durante toda la feria] El gallego lo hizo.
Menos responsables y encargados frente a la Feria, frente a los expositores, frente a las propuestas, ideas, y críticas que hicieron eco en las paredes de la tan bella construcción del hotel.

Seguir enumerando los menos sería angustiante. Vamos por los más.


Los Más...

Más caros los stands.
Más empresario a cargo de la Feria que nunca llegamos a conocer para intercambiar, al menos un saludo o improperio bien merecido. [Baldini?]
Más pérdida de tiempo –para algunos- de dinero para otros.
Más laberintos donde la gente no circulaba por los stands abandonados al vuelo de una gaviota.
Más paredes que impedían apreciar los stands cuando apenas se ingresaba a la Feria. [el primer y mas gigante stand, adivinen de quien era? Si si, el gallego lo hizo.
Más paredes de ladrillos y construcciones de apreciable valor – Bustillo lo hizo – pero con ningún cartel que dijera Feria del libro de Mar del Plata para no empañar la arquitectura del hotel de... sí sí, del gallego.[En honor a la verdad, se hizo un cartel que colocaron al costado que da a la plaza de la Rambla y luego, como quedaba feito lo retiraron.] Sí, si, el gallego lo hizo.
Más ventanales de vidrio con ninguna leyenda que dijera qué había dentro salvo aquellos en los cuales se veían los libros amarillos por el sol. – pérdidas de quienes tenían el stand al frente del hotel [Otro honor a la verdad. Destacamos las simples y comunes fotocopias tamaño carta sacadas por un expositor a los 5 días de comenzada la feria y pegadas en los ventanales, con la memorable frase: Feria del Libro].
Más carteles en la vía pública con cualquier publicidad menos con la de la Feria del Libro.
Más notas en los suplementos de cultura de los diarios de Mar del Plata, con cualquier otra cosa, pero con muy poco de la Feria del Libro.
Más hartazgo y bronca por parte de los expositores que convocaron a una asamblea para hacer algo. [poco se pudo, el gallego lo hizo antes]
Más despotismo [el gallego lo hizo] y más sumisión por parte del poder político local –ni hablemos del provincial- haciendo lo que decida... sí, sí, el gallego lo hizo.
Más secretario de cultura es el gallego que el propio del gobierno municipal
Más intendente es el gallego, que el propio intendente.
Más dinero se llevó el gallego, por la liquidación desmedida de la Biblioteca de su diario –La Prensa- a precios irrisorios y por el dinero recibido en una parte aportada por el gobierno provincial y la otra por todos nosotros, que las ventas entre todos los expositores.

Más bastardeo a los libros, a la cultura, y a los hombres y mujeres que de un lado u otro pensaron que iban a disfrutar de una Feria de Libro y se encontraron [sin verlo ni saberlo] con el gallego y unos pobres tipos que no pudimos cambiar nada en medio de una ciudad apestada de sumisión al poder de un hombre que con solo juntar sus manos y emitiendo un sonido fuerte provoca las corridas de sus empleados –felices por la buena paga- que bajan la cabeza al pararse frente al metro y medio de altura del hombre mas poderoso de Mar del Pata

Más temor tiene el intendente de Mar del Plata de hacer la feria en una plaza pública, como los tres primeros años, porque los que viven en sus esquinas – Sres, y Sras importantes se lo impiden-.

Más rédito político tendría el poder político de la ciudad si se hace la feria que si no se hace el próximo año.

Está más claro que el agua de Mar del Plata que si hay algo que no se puede hacer, es la Feria del Libro en estas deprimentes condiciones y en ese lugar bajo la tutela del exitoso empresario –gallego- argentino apañado y abrazado desde el gobierno nacional –Cristina en la Feria pasada- hasta el último correveidile del gobierno municipal de Mar del Plata.

El libro no se merece esto, nosotros tampoco.

Marcelo Cafiso
Expositor de la Feria del Libro de Mar del Plata

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