"Debemos ser como este niño, que sentado ahí con su padre, está alegre, lleno de vida, feliz, así debemos seguir en la lucha"
concluyó Adolfo Perez Ezquivel su ponencia en la presentación de los Iaccarino hablando del Cafisito que no paraba de hacer el natural y hermoso quilombo preguntándome todo el tiempo por las fotos de los desaparecidos y dónde están ahora y por qué esto y lo otro, y mil preguntas más, mientras estábamos tirados en el piso. Al terminar los aplausos, Camilito se levantó y fue solito hacia la mesa de la ponencia, Adolfo amagó a saludarlo pero el pequeño pasó por abajo y se fue a abrazar y besar a quien estaba a su lado, a la Tota, Madre de Plaza de Mayo de aquí de Zona Sur, ya que habíamos estado hablando de ella en medio de la presentación. Luego, la bella y querida vieja Tota se lo llevó a una sala de dibujos donde los niños representan los cuentos que ella les cuenta en las escuelas, todo esto sucedió en "El infierno" ex Centro de Detención de Avellaneda perteneciente a la Brigada de la Policía de Lanús.
Pd. Desbordó de gente, un gran logro colectivo, donde Nuestra América fue uno más de otros tantos que apoyamos esta causa.