Recuerdo y
homenaje a un gran editor que admiro por su ejemplo de vida.
Un editor
revolucionario
"Había creado
la editorial para dar sentido a su vida y para ofrecer a la izquierda
un instrumento. No soportaba que nadie considerara la editorial como
una fábrica de cubitos para el caldo. Si las personas que llegaban a
la editorial, tal vez recomendadas por alguien, dejaban traslucir
actitudes burocráticas, antes o después acababa pelándose con
ellas".(Colaboradora)
Una de las
características de su editorial era que "por lo general, el
pasivo era mayor que el activo". Aunque a él le sobrara dinero
para levantarla ante cada caída.
Un hombre que cambió
el rumbo y la formas de trabajo de las editoriales, no solo en su
país , en todo el mundo. Libros de bolsillo, tapas rústicas,
tiradas piratas para los libros prohibidos, libros revolucionarios.
He aquí un
maravilloso texto suyo.
"Trataré
de explicarme mejor: dentro de este enloquecido universo de libros ,
de comunicaciones, de valores que a menudo son pseudovalores, de
informaciones (verdaderas y falsas), de estupideces, de ideas
geniales, de locuras, de opacas placideces, me niego a formar parte
de la tropa de tapiceros del mundo, de los embaladores, de los
barnizadores, de los productores de objetos "meramente
superfluos". Puesto que la mortífera proliferación de papel
impreso amenaza con despojar de sentido y finalidad a la función del
editor, considero que lo único que puede restablecer esta función
es algo que, yendo contra la moda, no dudo en llamar "moralidad":
existen libros necesarios, existen publicaciones necesarias. Por muy
paradójico que pueda parecer, yo como editor, suscribo plenamente lo
que Fidel Castro ha llamado la "abolición de la propiedad
intelectual" es decir la abolición del copyright".
Estuvo dentro del
PCI durante algunos años, luego renunció debido a sus posiciones
más radicales que aquel partido aburguesado y alienado y alineado a
la URSS post- Stalin.
Editó por vez
primera en la historia a Boris Pasternak, "El doctor Zhivago"
-(luego película ganadora de 5 Oscar)- cuando era perseguido y
prohibido en el gobierno de Nikita Krushev; así como también "El
Gatopardo" de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, y muchos otros
títulos que nadie editaba ni se hubiera atrevido a hacerlo en
aquellos años de 1950 en adelante. Brillaron títulos como "La
resaca" de Juan Goytisolo, "Argelia al margen de la ley"
de los Janeson, "Muchachos de la calle" de Pasolini, "Los
argelinos en guerra"; a Jack Kerouac, a Henry Miller y su
Trópico de Cáncer (en tiradas piratas por estar prohibido) y luego
sí los tres Trópicos, así como muchos otros autores y obras
desconocidas hasta que este irreverente editor las coloca en papel.
Sigue editando sin parar, funda librerías, una Biblioteca, pero
sobre todo conspira, es un permanente conspirador, ya alejado del PC
y de los aparatos burocráticos se va relacionando con Africa, con
Asia, con América Latina hasta tal punto que llega a Fidel Castro
con quien establece amistad desde 1964 y con quien discutirá muchos
temas inclusive sobre el discurso de Argel del Che, luego será el
portavoz de la Revolución Cubana en el viejo continente y en el
mundo. Publica a Fidel, Ho Chi Min, Gombrowicz, Carlos Fuentes,
Vargas Llosa, García Márquez, Fernando Ortiz, Yasser Arafat, etc.
Un adelantado
para su época, es un propalador de revoluciones, él lo dice
modestamente, "solamente soy un puente". Pero ese hombre
modesto, ese puente, se va a Bolivia (agosto de 1967) y ofrece 50
millones de dólares en caso que el Che fuera capturado vivo
(seguramente debe haber sido una operación encubierta luego que se
perdiera el contacto con La Habana), pero lo rechazan y termina
detenido, preso e interrogado por la CIA en Bolivia.
Ese editor es
quien luego da a conocer al mundo "El diario del Che en
Bolivia". Dirá: "Los beneficios de esta publicación se
destinarán íntegramente a los movimientos revolucionarios de
Latinoamérica". Andrés del Río, funcionario cubano,
(compañero de Luis Hernández -hombre de Piñeiro- primer
secretario de la embajada de Cuba en Roma) recibe un maletín con
dinero que será depositado en la cuenta "Río Verde" por
un monto mayor a medio millón de francos suizos, con destino Cuba.
Con un ojo
maestro imprime por miles una foto que Korda le regalara en La Habana
y que todos conoceremos a partir de allí como la del Guerrillero
Heroico ( El Che en el atentado de La Coubre).
En sus tierras
sigue comprometiéndose y lleva adelante encuentros clandestinos con
ex-partisanos, con los Potere Operaio, con las Brigadas Rojas, con
los que no creen en el sistema. En Italia se lucha contra el
fascismo. Diez millones de italianos en las calles en la huelga
general. Explosiones. Atentados. Tiene que ocultarse. Es buscado. Es
acusado. Cambia de nombre. Se llamará Osvaldo. Pasa a la
clandestinidad. La editorial continúa en manos de hombres y mujeres
de confianza.
Anécdota no tan al
margen. El Coronel Quintanilla es un boliviano al servicio de la CIA,
y está implicado en el asesinato de Ernesto Che Guevara el 9 de
Octubre de 1967, y de Inti Peredo el 9 de septiembre de 1969. La
novia de Inti, y luego del Chato Peredo, "la gringa", es
una alemana llamada Monika Ertl, vive en Bolivia bajo el nombre de
Nancy Fanny (caerá luego en La Paz en mayo de 1973) es quien llevará
adelante una operación del ELN financiada por un desconocido. En la
universidad de Santiago de Cuba ella recibirá un maletín con
dólares para un viaje a Alemania y para el montaje necesario.
Monika está en contacto permanente con un revolucionario cubano intachable que en esos momentos se ocupaba de Venezuela, Arnaldo
Ochoa. Ese es el contexto. Mientras tanto en Hamburgo, nombraron a
un nuevo cónsul boliviano. Nombre: Roberto Quintanilla. Monika
viaja a Francia y se encuentra con quien envió el maletín, y
ahora este le regala un revólver Colt diciendo que tal vez lo
precise de reserva. Ella le dice que el "Colt" es más
seguro para la acción que la "Browning".
"El 1 de abril
de 1971 el cónsul de Bolivia en Hamburgo concede una audiencia a una
joven australiana -Monika era una bellísima rubia- que solicita una
visado". Lo último que verá en su mísera vida el cónsul
coronel Quintanilla es un Colt frente a sus ojos. Pero todas las
investigaciones no conducen a Monika Ertl, sino a un editor, porque
el Colt había sido comprado legalmente por él mismo en una armería
de Milán.
Otro texto suyo,
maravilloso.
"Yo soy
culpable, en mi calidad de editor, de haber pensado y por tanto
conspirado, publicado y por tanto instigado, para defender la
libertad; culpable de haber denunciado las intrigas y los planes de
la coalición de la derecha para llevar a cabo una involución
autoritaria, un golpe de Estado; de haber conspirado e instigado para
defender la independencia política y económica de nuestro país. A
los ojos de la coalición de la derecha soy culpable de conspiración
por haber publicado opúsculos defendiendo la causa de la libertad e
independencia del pueblo sardo, soy culpable de haber defendido y
apoyado la causa de la emancipación política y económica del
proletariado italiano, de las poblaciones de las regiones
subdesarrolladas, de los emigrados obligados con la violencia del
hambre y de la miseria a abandonar sus casas y sus tierras. A los
ojos de la derecha italiana e internacional soy culpable, por último,
de haber sostenido y apoyado las luchas por la independencia y por el
socialismo de los pueblos que empuñando las armas, luchan contra el
imperialismo. Con el agravante de haber utilizado los medios que
tenía a mí disposición para publicar libros, opúsculos y mensajes
que difunden la idea de la libertad, progreso y socialismo entre las
clases trabajadoras italianas. A los ojos de las derechas, todos
ellos son delitos que deben ser castigados. Pero asumo toda la
responsabilidad de estos hechos que , a los ojos de la derecha, son
delitos: si realmente se trata de delitos, debo decir que estoy
orgulloso de haberlos cometido".
El 14 de marzo de
1972, el editor intenta junto a otros dos hombres sabotear torres
eléctricas de alta tensión en las afueras de Milán. Supuestamente
los 15 cartuchos de dinamita colocados en lo alto del poste explotan
cuando estaba bajando. En el lugar solamente yacía el cuerpo sin
vida del famoso editor italiano. ¿Accidente o traición?
Milán es
militarizada, 8 mil agentes en el entierro "del terrorista". Importantes editores de Europa están presentes. Más de 10 mil
personas. Canciones revolucionarias. Dolor. Bronca. Puños en alto y
banderas rojas enarbolan una sola frase:
"Compañero
Feltrinelli, serás vengado".
Giangiacomo
Feltrinelli, un editor revolucionario.
Vaya el recuerdo
y homenaje a ese gran editor que admiro por su ejemplo de vida.
Desde el Bohío
Marcelo Cafiso